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El Renacimiento italiano fue un movimiento filosófico, artístico y literario que promovió un cambio muy importante en la cultura de su época. Su inicio ocurrió en Italia durante los siglos XV y XVI.
Los primeros pasos de este movimiento ocurrieron en las ciudades italianas más prósperas como Florencia, Roma y Venecia. En estas se formaron círculos de intelectuales que impulsaron un programa de rescate de los valores de la cultura griega y romana antigua.
Continúa leyendo si quieres conocer más sobre los orígenes de este movimiento, sus representantes más importantes, las características estilísticas y las obras más relevantes de los períodos que forman el Renacimiento italiano.
¿Cuál es el origen del Renacimiento italiano?
La palabra renacimiento, rinascimento en italiano, fue el término usado por un grupo de hombres de letras, escritores, filósofos y con el tiempo artistas, que, durante el siglo XIV comenzaron a sentir un renovado interés por la cultura griega y romana antiguas.
Existen varias razones que causaron el anhelo de retornar al pasado clásico en la élite intelectual de las ciudades más prósperas de Italia. Estos grupos, por lo general, pertenecían a la alta burguesía, una clase social que había nacido al final de la Edad Media como producto de la riqueza que adquirieron algunas familias de comerciantes, banqueros y artesanos.
La alta burguesía no se sentía identificada con los valores de la aristocracia, la clase social que había dominado el sistema feudal de la Edad Media. Por el contrario, las élites burguesas deseaban diferenciarse de la nobleza venida a menos. Por eso buscaron un referente en el pasado glorioso de las polis griegas y en el Imperio romano.
La admiración por el pasado clásico surgió en las élites italianas que se sentían orgullosas de esta herencia, porque en esta región se encontraba la ciudad de Roma en dónde aún se podían observar las ruinas de las edificaciones y obras escultóricas romana. Y en el sur los vestigios de las ciudades griegas que formaron parte de la Magna Grecia, como Nápoles.
Los libreros y eruditos italianos comenzaron a buscar y traducir obras antiguas escritas en griego, latín y árabe. Esta actividad recibió el apoyo de muchos sabios provenientes de Bizancio que habían huido hacia ciudades como Venecia y Ravena ante el asedio turco.
Con posterioridad, algunos escritores como Petrarca, comenzaron a copiar el estilo de los autores clásicos y a tratar de restaurar el uso del latín a la usanza antigua, descartando las desviaciones del latín vulgar propias de la Edad Media.
Etapas y escuelas del Renacimiento italiano
El Renacimiento italiano, como todo proceso histórico no ocurrió de repente, tuvo una etapa germinal, un período de desarrollo y un período máximo esplendor, para luego dar paso a una etapa de transformación hacia algo diferente.
Así mismo, aunque existe una unidad estilística en los repertorios del Renacimiento italiano, también es posible identificar diversas escuelas con características propias relacionadas con las ciudades en donde florecieron.
De este modo, es posible señalar a la escuela florentina, la escuela veneciana, la escuela lombarda y la escuela romana. Cada una de estas escuelas está vinculada al mecenazgo que ejercieron familias como los Medici en Florencia, los Sforza en Milán y los Gonzaga en Mantua, así como los papas en Roma y los Duces de Venecia.
En cuanto a los períodos en que se desarrolló el Renacimiento italiano es posible señalar los siguientes:
Período pre-renacentista
En la región de la Toscana, en particular en ciudades como Siena y Pisa, hubo artistas como los hermanos Pisani, Giotto o Cimabue, que vivieron y trabajaron a lo largo del siglo XIV.
Si bien, en el caso de artistas como los nombrados, sus repertorios todavía siguen muchos de los esquemas y convenciones del estilo gótico, es posible apreciar la búsqueda hacia nuevas formas de expresión menos rígidas y más naturalistas. Una característica que se desarrollará con mucha fuerza en el siguiente siglo durante el Renacimiento italiano.
En cuanto a la literatura, en el siglo XIV vivieron hombres como Dante Allighieri (1265-1321) y Petrarca (1304-1374). El primero logró un gran estilo poético utilizando la lengua vulgar de la región Toscana, el toscano, que es la base del italiano actual.
La máxima obra de Dante es la Divina Comedia, la cual es considerada una obra moderna por la crítica que hace de la sociedad de su época y de los gobernantes y jerarcas de la iglesia católica. Otro rasgo que antecede al Renacimiento italiano es el hecho de que Dante escoge la figura del antiguo poeta romano Virgilio como su guía en la travesía que él realiza en su obra.
Petrarca, por su parte, fue el gran precursor del humanismo, su proyecto era integrar la tradición grecolatina con los ideales del cristianismo. Sus obras fueron escritas en latín y en lengua vulgar. Su máxima obra es el Cancionero (Canzoniere), que tuvo gran repercusión con el tiempo.
El Quattrocento italiano
En el siglo XV ya podemos hablar propiamente del Renacimiento italiano. Durante esta etapa tuvo especial brillo la escuela florentina. A esta pertenecieron grandes pintores, escultores y arquitectos como fueron Massaccio (1401-1428), Donatello (1386-1433), Brunelleschi (1377-1466), Botticelli (1445-1510) y Leon Battista Alberti (1404-1472).
Este grupo de artistas fueron los creadores del estilo renacentista. Cada uno a su manera, buscó inspiración en la tradición clásica y buscó incorporarla en sus obras.
Massaccio, por ejemplo, fue el precursor de la técnica pictórica conocida como perspectiva. Este pintor mostró especial interés en representar el volumen y las tres dimensiones en el plano bidimensional de sus pinturas.
Algunos de los recursos y las ilusiones ópticas desarrolladas por este pintor fueron utilizados por otros artistas como el arquitecto Brunelleschi. Él fue una figura central de este período del Renacimiento italiano, ya que fue el creador del proyecto de la Iglesia Santa María dei Fiori, la catedral de Florencia, cuya cúpula emblemática es un símbolo de la ciudad.
Donatello y Botticelli crearon esculturas y pinturas con mucha gracia. Aunque aún sus obras usaron recursos propios del estilo de la etapa final del gótico, los motivos utilizados por estos artistas significaron un gran cambio en relación con la tradición anterior.
Donatello fue el autor del conocido David Bargello, la primera escultura que representó un desnudo en Europa desde la antigüedad clásica. Por su parte, Botticelli, representó obras alegorías inspiradas en la mitología clásica como sus famosas obras “el nacimiento de Venus” o “las tres Gracias”.
Leon Battista Alberti es otra de las grandes figura durante el Quattrocento. Él fue un ávido lector y traductor de obras clásicas, fue tratadista, pintor y arquitecto, uno de los primeros hombres universales del Renacimiento italiano. Su obra más emblemática es la fachada de la iglesia Santa María Novella, en Florencia.
El Cinquecento italiano
La etapa de madurez del Renacimiento italiano se corresponde con la obra de grandes genios del arte universal. Las figuras emblemáticas de este período son Leonardo Da Vinci (1452-1519), Miguel Angel Buonarroti (1475-1564) y Rafael Sanzio (1483-1520).
Leonardo era de un pueblo llamado Vinci, cercano a Florencia, ubicado en la campiña de la Toscana. Este genio fue muchas cosas, pintor, escultor, arquitecto, ingeniero, inventor, tratadista, pero sobre todo un espíritu de una curiosidad sin límites y un talento excepcional.
Las obras de Leonardo más representativas son la Gioconda, la Última Cena, Juan el Bautista, entre otras. Leonardo desarrolló técnicas pictóricas como el sfumatto y la perspectiva aérea que son características de sus obras.
Miguel Ángel Buonarroti inició su carrera en Florencia bajo el mecenazgo de los Medici, aprendió a esculpir en los talleres de esta familia donde pudo copiar obras de la antigua Grecia y de Roma. Luego se trasladó a Roma, cuando murió Lorenzo di Medici, el Magnífico, para entrar al servicio de los Papas.
De la etapa florentina de Miguel Ángel su obra más conocida es el David. De su etapa romana hay varias obras que deben ser nombradas, la Piedad y el Moisés, en escultura, y los frescos de la Capilla Sixtina. Su obra se reconoce por el detalle y la maestría en la representación del cuerpo humano.
Rafael Sanzio fue un pintor y arquitecto muy apreciado y reconocido en su época. Su obra se reconoce por una frescura y gracia particular. Una de sus obras cumbres hechas para las estancias del Vaticano es la Escuela de Atenas.
En la Escuela de Atenas, Rafael representó a la filosofía, para esta alegoría utilizó personajes de su época como los modelos de los filósofos griegos, de este modo representó a Leonardo Da Vinci (como Platón), Miguel Ángel (como Heráclito), y él mismo se autorretrató representando a Apeles. Un guiño a la importancia y el reconocimiento que comenzaron a recibir los artistas en esta época.
El Manierismo
Esta etapa es el período final o de transición entre el Renacimiento y el Barroco. Muchos historiadores del arte creen que el iniciador de este estilo fue el propio Miguel Ángel en sus frescos de la Capilla Sixtina.
Incluso, algunos de los artistas más representativos de este período fueron discípulos de Miguel Ángel, entre estos, Sebastiano del Piombo y Rosso Fiorentino. De hecho, el nombre manierismo proviene de la idea de que estos artistas intentando pintar a la manera de Miguel Ángel realizaron obras decadentes alejadas del canon del Renacimiento.
Las obras de esta etapa se caracterizan por romper la simetría en la composición que era una característica del renacimiento, también por el alargamiento de las figuras que rompía con las proporciones clásicas de los artistas del cinquecento.
También se caracterizó el manierismo por el uso de colores tímbricos muy brillantes que contrasta con el uso armónico de colores pastel durante el primer renacimiento del quattrocento, y la maestría en el uso equilibrado del color hecha por Rafael.
Aunque durante mucho tiempo se consideró un período decadente y de transición, muchos de los artistas y obras de esta época como Tiziano, el propio Sebastiano del Piombo, Correggio y Andrea del Sarto, son muy apreciados en la actualidad.
Resumen sobre el Renacimiento italiano
Se trata de un movimiento artístico que se inició en el siglo XV en las ciudades italianas más prósperas.
El movimiento renacentista fue iniciado por intelectuales pertenecientes a la alta burguesía que anhelaban una restauración de los valores de la antigüedad grecolatina.
Hubo precursores humanistas del Renacimiento en Italia como Dante y Petrarca, además de otros eruditos que buscaron y se encargaron de traducir del griego, el latín y el árabe, obras de los escritores griegos y romanos.
En el siglo XV resaltó la escuela florentina, los principales representantes de este período y escuela fueron Massaccio, Donatello, Brunelleschi, Boticelli y Leon Battista Alberti. En este período hubo gran preocupación por representar en el plano bidimensional la profundidad y el volumen, para hacerlo desarrollaron la perspectiva.
En el siglo XVI los artistas más representativos fueron Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel Buonarrotti y Rafael Sanzio. Estos artistas trabajaron en Florencia bajo el auspicio de los Medici, y en Roma al servicio de los papas.
Este es el período de máximo esplendor del Renacimiento Italiano, se caracteriza por la proporción, el ritmo y el equilibrio de la composición. La proporción de los cuerpos humanos y el manejo armónico del color.
La etapa final del alto Renacimiento es el Manierismo, representa una etapa de transición entre este período y el Barroco, sus principales representantes son Sebastiano del Piombo, Rosso Fiorentino, Andrea del Sarto, Tiziano y Correggio, entre otros.