Índice de este artículo
El proceso de la colonia en América, por parte de España, se inició en el mismo momento que Cristóbal Colón llegó por primera vez a tierras americanas, el 12 de octubre de 1492, y se prolongó hasta finales del siglo XIX, específicamente el 13 de julio de 1898 cuando formalmente cesó el dominio español sobre la isla de San Juan de Puerto Rico.
La colonia de América, al menos la española, se caracterizó por replicar en las nuevas tierras el modelo de administración y gobierno que mantenía la corona en territorio peninsular.
Para llevar adelante el proceso de colonización de América, el reino de España debió crear y adaptar instituciones con el propósito específico de administrar las provincias y regular el comercio y extracción de recursos realizados en ellas. Si quieres conocer más sobre este fascinante período de la historia, a continuación encontrarás información más detallada.
La Casa de Contratación de Sevilla
La Casa de Contratación de Sevilla fue creada por la corona de Castilla con la intención de regular y controlar todo lo relacionado con el tráfico de productos de las Indias. La corona declaró como mercado reservado de Castilla todos los productos provenientes de las nuevas provincias que se iban descubriendo y conquistando.
La disposición establecía que todos debían pedir autorización a la Casa de Contratación de Sevilla para viajar a América, organizar expediciones, o traer y llevar mercancías de esta región. Toda transacción mercantil debía pagar un tributo a la corona de Castilla del veinte por ciento.
La Casa de Contratación fue creada en 1503 por la reina Isabel la Católica, su objetivo primordial era mantener un ferro monopolio del comercio entre las colonias y la metrópoli, se encontraba establecida en Sevilla y tenía un amplio alcance ya que regulaba todo lo concerniente a las Indias (orientales y occidentales como se le conocía a América) y las Islas Canarias o cualquier otra isla que fuese descubierta y conquistada por la corona de Castilla.
El nombre de América está directamente vinculado con esta institución, debido a que en la medida en que los territorios colonizados se iban ampliando, las actividades de la Casa de Contrataciones aumentaban, por este motivo se amplió su ámbito de competencias, y se creó una oficina cartográfica que en sus inicios fue dirigida por Américo Vespucio, el cartógrafo italiano que legó su nombre al continente recién descubierto para la cultura europea.
Además de hacer los mapas de los nuevos territorios, también existió una oficina de navegación y otra de control del flujo de emigrantes. Los aportes de la Casa de Contrataciones al conocimiento del nuevo territorio y al desarrollo de avances científicos fueron muy grandes en su época.
El legado de la Casa de Contrataciones es tan importante que con el tiempo todos los legajos que contienen las actuaciones de esta institución conformaron el Archivo General de Indias, un acervo de más de cuarenta y tres mil legajos originales que son una de las principales fuentes para la investigación historiográfica sobre la colonia de América por España.
El Consejo de Indias
El más alto tribunal de justicia que existió durante la colonia de América fue el Real y Supremo Consejo de Indias. Este era el órgano asesor del rey en materia legal y ejecutiva para todas las decisiones relacionadas con el gobierno de las colonias de América y Filipinas.
Fue formado en el año 1503 como una sección dentro del Consejo de Castilla, órgano de gobierno de la Corona de Castilla. Luego, en 1524 adquirió figura jurídica propia y autónoma.
Los miembros del Consejo de Indias eran designados por el rey, elegidos entre personas instruidas en los ámbitos de competencia y con conocimiento y experiencia sobre la realidad de la Colonia de América.
Entre las funciones del Consejo de Indias se encontraba el nombramiento de los virreyes, gobernadores, oidores y jueces destinados a cumplir las funciones de gobierno en la colonia de América.
Los virreinatos en la colonia de América
Los virreinatos fueron las entidades de gobierno y organización de la administración de la colonia de América que concibió España. Los dos primeros virreinatos fueron producto de las empresas conquistadoras llevadas adelante por Hernán Cortez y Francisco Pizarro, cuyas conquistas propiciaron la creación del Virreinato de Nueva España en 1535 y el Virreinato del Perú en 1542.
Con el pasar del tiempo se hizo necesaria la creación de nuevos virreinatos en la medida en que el territorio y la población de la colonia de América aumentaban. Así se crearon los virreinatos de la Nueva Granada en 1717 y el del Río la Plata en 1776.
Virreinato de Nueva España
Fue creado en 1535 y sucedió como figura política administrativa de la colonia de América al Virreinato de las Indias occidentales (el cual había sido conferido a Cristóbal Colón y sus descendientes de acuerdo con las Capitulaciones de Santa Fe).
Originalmente este virreinato abarcaba un territorio que iba desde Alaska, en el extremo norte de América, hasta Costa Rica en Centro América, también incluía el territorio de las colonias en Filipinas.
El primer Virrey fue Antonio de Mendoza y Pacheco, con la capital ubicada en la ciudad de México, que fue erigida sobre la antigua México Tenochtitlán, capital del Imperio azteca. Esta entidad de gobierno tenía bajo su control las colonias españolas de América del Norte, América Central, Asia y Oceanía.
Era tal la extensión del virreinato que a su vez estaba dividido en reinos y capitanías generales. Los reinos fueron el de México y el de Michoacán, creados en 1527, Nueva Galicia (1530), Guatemala (1540), Nueva Vizcaya (1562), Nuevo León (1569), Nuevo México (1598), Nueva Extremadura (1674) y Nuevo Santander (1746). Y las cinco capitanías generales de Santo Domingo (1535), Yucatán (1565), Filipinas (1574), Puerto Rico (1582) y Cuba (1777).
Cada una de estas capitanías tenía un Capitán General como jefe militar y un gobernador que ejercía el gobierno civil bajo la autoridad del Rey de España. Además, existieron dos señoríos, el marquesado del Valle de Oaxaca que fue concedido a Hernán Cortés y sus descendientes, con amplios poderes en un vasto territorio.
El segundo señorío de este virreinato fue concedido a José Sarmiento Valladares, ex virrey casado con la condesa de Moctezuma (descendiente del último emperador azteca). Valladares fue nombrado Duque de Atrisco.
En 1821 la consolidación de la independencia de México significó el fin del Virreinato de Nueva España. El último Virrey fue Juan Ruiz de Apodaca.
Virreinato del Perú
El Virreinato del Perú fue la segunda colonia de América de la corona de Castilla. Fue creado en 1542 y su capital fue fijada en la Ciudad de los Reyes, Lima. El primer Virrey del Perú fue Blasco Núñez Vela.
En su origen, el territorio de este virreinato abarcaba casi todo el territorio sudamericano, desde Panamá hasta la Patagonia y algunas de las colonias españolas en Oceanía. La única salvedad era Venezuela que pertenecía a la Real Audiencia de Santo Domingo.
También se encontraban excluidos de los territorios de este virreinato, los correspondientes a la corona portuguesa de acuerdo con el tratado de Tordesillas, estos territorios conforman el espacio geográfico del actual Brasil.
A pesar de su gran extensión, con el tiempo, el Virreinato del Perú se hizo inmanejable por su tamaño. Así, siguiendo una política establecida por la dinastía borbónica, en 1717 se creó, en el norte de Sur América, el Virreinato de la Nueva Granada que incluía el territorio de Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador y Guyana, y cuya capital se fijó en la ciudad de Santa Fe de Bogotá.
En 1779 el Virreinato del Perú sufrió una nueva disminución de su territorio cuando fue creado el Virreinato del Río de la Plata, con capital en Buenos Aires, y con un territorio que abarcaba a las gobernaciones de Buenos Aires, Paraguay, Tucumán y Santa Cruz de la Sierra, también al corregimiento de Cuyo.
En 1821 se trasladó la sede del Virreinato del Perú a la ciudad de Cuzco, donde permaneció hasta el año 1826. Este movimiento obedece a la guerra de independencia que se llevó a cabo en América del Sur.
En principio, el General independentista José de San Martín, proveniente de Buenos Aires, logró la conquista del Perú, luego se retiró y dio el mando al general neogranadino Simón Bolívar, quien con el ejército de la Gran Colombia selló la independencia de Suramérica en 1824 con la batalla de Ayacucho, cuyo vencedor fue el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Finalmente, en 1826, con la capitulación de El Callao (Perú) llegó el final del virreinato y de la colonia de América por parte del reino de España.
Te recomiendo que revises también este tema: El descubrimiento y la conquista de América