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Felipe II de España nació en Valladolid el 21 de mayo de 1527. Era hijo de Carlos I de España y V de Alemania y de Isabel de Portugal. Pertenecía a la dinastía de los Austrias, heredó de su padre los territorios hispánicos, el Imperio donde nunca se ponía el sol. Felipe II fue rey de España, Sicilia y Cerdeña desde 1556 hasta su muerte en 1598.
Si quieres conocer más sobre el reinado de Felipe II de España, las características internas y su política exterior, aquí podrás conocer más sobre este importante período de la historia de España.
Características del reinado de Felipe II
En 1555, Carlos I de España y V de Alemania tomó la decisión de entregar la corona de su Imperio debido a que se encontraba enfermo y abatido. Por esta razón entregó la corona de los Países Bajos a su hijo Felipe II, así comenzó el reinado de este.
La corona de los reinos de Castilla y de Aragón pasó a Felipe II un año después que la corona de los Países Bajos. Así, Felipe II se convirtió en el rey de todo el territorio español. Además, Felipe II, había contraído nupcias con María Tudor, quien era reina de Inglaterra, por lo que él se convirtió en rey consorte.
Bajo su poder, Felipe II aunó la corona de los Países Bajos, Castilla, Aragón, el Franco Condado, el Ducado de Milán, los reinos de Nápoles, Sicilia y Cerdeña y en 1581 el reino de Portugal. Orán, el peñón de Vélez de la Gomera, Alcazarquivir, Melilla y Tánger en África. Los dominios de las colonias americanas se extendían desde California y Florida hasta el estrecho de Magallanes. Y en Asia, las Filipinas y varias islas del Pacífico.
Estos territorios convirtieron a Felipe II en el monarca más poderoso de su época. Una posición para la que se encontraba predestinado desde su nacimiento.
Según sus biógrafos, Felipe II, estaba dotado de una inteligencia aguda, y sus padres se encargaron de que recibiera la educación necesaria para asumir las responsabilidades de gobierno, fue un hombre culto y refinado que se encargó de promover el arte.
Felipe II de España fue conocido como el rey prudente. Aunque no por esto dejó de mantener un control firme sobre sus dominios, los cuales siempre trató de proteger y agrandar mediante la espada y la ayuda de la religión.
Otro rasgo que caracterizó el reinado de Felipe II de España, y que fue heredado de su padre, fue el apego a la religión católica. Durante su gobierno, la inquisición tuvo un papel dominante. La combinación de poder político y su alianza con la iglesia y con el Imperio germánico bajo el mando de su tío, ayudaron a Felipe II a convertir a España en la potencia dominante de su época.
Fue en 1560, durante el reinado de Felipe II de España, cuando Madrid fue designada como la capital del reino. El reinado de Felipe II le confirió a la monarquía hispánica su carácter único. Agrupando bajo su reinado territorios en varios continentes con una gran diversidad de gobiernos y características propias.
El mérito de Felipe II como monarca radica en crear instituciones de gobierno que le permitieron mantener unido y organizado todo su imperio bajo el poder de la corona y de la religión católica.
Política exterior de Felipe II de España
Debido a la amplitud de su Imperio, Felipe II de España mantuvo relaciones, y en muchos casos conflictos, con buena parte de las naciones más importantes de su época.
La situación de conflicto se debía básicamente a la voluntad de Felipe II de mantener a España como la potencia hegemónica de Europa y el mundo. Así como su decisión de defender e imponer la religión católica por medios pacíficos y violentos en todo el mundo.
Los principales episodios bélicos que comprometieron el reinado de Felipe II de España fueron los siguientes:
Guerra contra los Turcos
Felipe II comprendió la importancia que tenía, para España y para toda la Europa cristiana, combatir la hegemonía otomana en el Mar Mediterráneo. Los turcos se habían apropiado de Malta en 1565 y en 1570 avanzaron hacia Chipre y Túnez. Estos hechos llevaron a Felipe II a formar la Liga Santa en unión con el papa Pío V y la República de Venecia.
La Liga Santa formó una imponente flota de combate y la puso bajo el mando de Juan de Austria, quien la dirigió durante la batalla de Lepanto (1571) en la que derrotó a la flota otomana, poniendo así fin al poderío turco en la región mediterránea.
Rebelión en los Países Bajos frente al monarca
Las guerras por motivos religiosos y políticos tuvieron a Felipe II como protagonista a lo largo del siglo XVI. En 1566, Guillermo de Orange lideró una rebelión en los Países Bajos en contra de la corona española.
Las motivaciones de los sublevados, con el príncipe de Orange a la cabeza, eran el poco poder que detentaba la nobleza local, además de las persecuciones llevadas a cabo por el ejército español en contra de los protestantes luteranos y calvinistas.
Los protestantes calvinistas habían llevado a cabo una rebelión iconoclasta cuya principal acción fue la destrucción de las imágenes, pinturas y esculturas, de los católicos, ya que, de acuerdo con sus creencias, la adoración de imágenes contradecía al segundo mandamiento.
Ante la incapacidad de Margarita de Parma, regente española, y de la nobleza local, para controlar a los rebeldes, Felipe II envió al gran Duque de Alba a poner fin a la rebelión y restaurar el orden. Este estableció el Tribunal de los Tumultos, y con mano de hierro aplastó las revueltas.
El desacato por parte de Guillermo de Orange a este tribunal lo convirtió en proscrito, por lo que este asumió plenamente el liderazgo de los rebeldes, se alió con los hugonotes franceses y se enfrentó al Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel.
Este conflicto se prolongó en el tiempo más allá del reinado de Felipe II y es conocido como la guerra de los Ochenta Años, o guerra de Independencia de los Países Bajos, ya que su culminación ocurrió el 30 de enero de 1648 con la firma del tratado de Münster, en el que la corona española reconoció la independencia de la República de las Provincias Unidas (formada por las siete provincias del norte de los Países Bajos).
El conflicto con Inglaterra
Debido al apoyo ofrecido a los protestantes holandeses por Isabel I, reina de Inglaterra, en 1558, Felipe II de España decidió organizar una flota naval de guerra que fue conocida en la historia como la Armada Invencible. El propósito del monarca español era invadir Inglaterra, no con la idea de conquistarla, sino de expulsar a la reina Isabel I del poder.
A pesar del poderío militar y la gran experiencia naval de la flota española, la expedición contra Inglaterra se convirtió en un rotundo fracaso para el rey Felipe II de España.
La estrategia española contra Inglaterra consistió en un movimiento de tenaza, con una gran parte de la armada española zarpando desde sus puertos en el Atlántico, y otra porción saliendo de los puertos de los Países Bajos para encontrarse en el canal de la Mancha y en el mar del Norte con los barcos que habían salido de la península ibérica.
Sin embargo, debido al mal tiempo y a la férrea y acertada resistencia de la armada inglesa, los españoles sufrieron múltiples pérdidas y la expedición no tuvo éxito. Una situación que dio pie para que se mantuvieran en el tiempo las hostilidades entre los reinos de España y de Inglaterra.
Guerras de religión francesas
Felipe II de España, fiel a su política de apoyo absoluto a la religión católica, mantuvo su respaldo al bando católico en las guerras de religión francesas que ocurrieron entre 1547 y 1559.
En las ocho guerras de religión de Francia, Felipe II logró salir victorioso al derrotar al rey Enrique II en la batalla de San Quintín, ocurrida en 1557. La derrota de los hugonotes se selló con el fin de las hostilidades firmado en 1598 en el tratado de paz de Vervins.
La consecuencia adversa de mantener una política beligerante en contra de sus enemigos y un estado de guerra permanente llevó a la corona española a declararse en bancarrota en tres ocasiones, producto de estos tres conflictos.
A pesar del tamaño del Imperio de Felipe II de España y la enorme cantidad de riquezas obtenidas de sus colonias, las pretensiones de este rey de tener un poder universal fracasaron. En 1598, después de seis años de enfermedad, murió en el Escorial el rey Felipe II. Su heredero, Felipe III recibió un reino en estado de guerra con una gran cantidad de frentes abiertos.
Resumen o esquema del reinado de Felipe II de España
Nació en Valladolid el 21 de mayo de 1527. Era hijo de Carlos I de España y V de Alemania y de Isabel de Portugal.
Era un hombre inteligente y culto, fue educado desde niño para gobernar el vasto Imperio de su padre.
En 1555 recibió la corona de los Países Bajos y en 1556 la de Castilla y Aragón. Su Imperio incluía el Franco Condado, el Ducado de Milán, los reinos de Nápoles, Sicilia y Cerdeña. En África: Orán, el peñón de Vélez de la Gomera, Alcazarquivir, Melilla y Tánger. En América los dominios se extendían desde California y Florida hasta el estrecho de Magallanes. En Asia, poseía las Filipinas y varias islas del Pacífico. En 1581 consolidó la unidad ibérica cuando fue coronado como rey de Portugal.
Su reinado duró desde 1555 hasta 1598. Durante todo este tiempo se caracterizó por defender y ampliar sus dominios y por defender la iglesia católica como única religión universal. Esta convicción lo llevó a librar tres grandes conflictos:
– La guerra contra los turcos por el dominio del mar Mediterráneo, este conflicto lo venció en 1571 en la batalla de Lepanto.
– La rebelión de los Países Bajos, este conflicto se inició bajo su reinado y fue encabezado por Guillermo de Orange al mando de los calvinistas. Sin embargo, la guerra se prolongó por ochenta años y culminó con la independencia de la República de las Provincias Unidas en 1648, cincuenta años después de la muerte de Felipe II de España.
– Las ocho guerras de religión en Francia ocurridas entre 1547 y 1559. En estos conflictos se enfrentó al rey de Francia, Enrique II, quien apoyaba el bando de los hugonotes. Este conflicto culminó en 1598 con la paz de Vervins.
Además de estas guerras, Felipe II organizó la expedición de la Armada Invencible contra Inglaterra, con la intención de deponer a la reina Isabel I, esta incursión representó una de las más importantes derrotas del rey español durante todo su reinado.
Felipe II de España falleció en el Escorial con fecha de 13 de septiembre de 1598.