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El estilo barroco en España inició por la influencia de los artistas italianos que tenían relaciones con el reino de Nápoles, el cual se encontraba bajo el poder de la corona española. Las primeras obras pictóricas de estilo barroco llegaron a España enviadas desde la corte napolitana en el siglo XVII.
A diferencia del renacimiento italiano, el barroco en España fue acogido con entusiasmo y tuvo un gran desarrollo, no solo en la metrópoli, sino en las colonias americanas.
A este período pertenecen algunos de los más grandes artistas plásticos y escritores de la historia española. Al punto de que la influencia del barroco español se prolongaría mucho más allá del siglo XVII en todo el ámbito iberoamericano. A continuación, te hablaré sobre las características de Barroco en España y los más importantes pintores, escultores y arquitectos de esa época.
Características del estilo barroco en España
Una de las principales características del arte barroco en España es su relación directa con el movimiento religioso de la Reforma y la respuesta católica de la Contrarreforma. Esta relación llegó a tal punto que el estilo barroco también es conocido como el arte de la Contrarreforma.
El barroco en España se desarrolló entre los siglos XVII y XVIII, justo durante el período de gobierno de la casa de los Austrias y la consolidación de la dinastía de los Borbones. En sus inicios, los principales promotores fueron la iglesia católica y la corona, lo que hizo que el tema religioso fuera el predominante en el arte de este período.
La arquitectura barroca en España
La arquitectura del período barroco en España se puede dividir en tres períodos, que se distinguen entre ellos por tener unas características muy particulares que ayudan a diferenciar las obras de cada una de estas etapas.
El primer período transcurre en el siglo XVII entre los años 1640 y 1680. Durante estos primeros cuarenta años la influencia del estilo de Herrera aún era muy fuerte. Por esta razón, las fachadas y los interiores de las iglesias y otras edificaciones de esta época son muy sobrios, haciendo gala del principio de austeridad que promovía la Contrarreforma.
La segunda etapa del estilo barroco en España transcurre durante los siguientes cuarenta años, entre finales del siglo XVII y las primeras décadas del siglo XVIII. A esta etapa se le ha caracterizado como el estilo churrigueresco o barroco florido, debido a la influencia de los hermanos Churriguera, creadores del conjunto del a Plaza Mayor de Salamanca.
La principal característica del estilo barroco churrigueresco es el recubrimiento de las fachadas de los edificios, que eran adornadas con frondosos ornatos fitomorfos que recuerdan a una vegetación tupida.
La última etapa de desarrollo del estilo barroco en España es la correspondiente al rococó, que puede ser considerada como como la fase final del estilo barroco. El rococó se caracteriza por el abundante uso de una decoración muy refinada, hasta el punto de llegar a ser afectada. El principal centro de desarrollo del rococó en España fue Galicia.
Rasgos propios de la arquitectura barroca en España
Una característica muy importante de la arquitectura del período barroco en España es su relación con la naciente disciplina del urbanismo. Las edificaciones barrocas ya no son pensadas como obras autónomas, sino que forman parte del conjunto urbano y cumplen una función importante dentro de la ciudad, donde se configuran como escenarios.
En el caso de las iglesias, las fachadas suelen ser curvadas en una forma convexa que busca atraer visitantes. De igual modo ocurre con palacios y jardines, todos pensados y diseñados para llamar la atención del público.
Un elemento diferenciador y característico del estilo barroco es la preferencia por las plantas centrales de trama circular o elíptica coronadas con cúpulas de yeso con la misma trama.
En el caso de los interiores de las iglesias y de los palacios barrocos del período churrigueresco, y sobre todo del rococó, las líneas y las formas arquitectónicas se ocultan entre la abundante decoración.
A esta forma de decorar se le conoce como horror vacui, un término latino que hace alusión al miedo al vacío, un rasgo que surgió como reacción a la sencillez del del herrerismo español.
La escultura barroca en España
El rasgo más distintivo de la escultura española durante el período barroco va a ser su casi exclusiva dedicación al tema religioso. En el caso de España el principal cliente de los escultores de este período era la iglesia católica.
Esta situación favoreció el desarrollo del imaginario de esculturas religiosas españolas concebidas para establecer una relación de fe y temor en los feligreses. El uso de esculturas por parte de la iglesia era además una manifestación de rechazo a la actitud iconoclasta de la iglesia protestante.
Estas esculturas se caracterizaban por su realismo, un rasgo estilístico conocido como verismo que acentuaba el dramatismo de las escenas religiosas representadas.
Las cofradías religiosas fueron corporaciones privadas que ejercieron el mecenazgo de muchas obras religiosas en favor de las iglesias, patrocinando la creación de retablos con temas pertenecientes a la iconografía religiosa, historias del antiguo testamento, la vida de la virgen María y de la pasión de Jesucristo.
Otro subgénero de la escultura española son las esculturas de bulto y las imágenes diseñadas especialmente para salir en procesión durante la Semana Santa.
En cuanto a la técnica utilizada para crear estas esculturas la de mayor uso fue la de la madera policromada. Este fue el material más utilizado en esta época, en segundo lugar, se realizaron tallas de piedra o de otros materiales como el mármol o el marfil.
El uso de la madera policromada se debía al efecto realista que se conseguía al realizar esculturas de cuerpo completo en tamaño natural.
Estas esculturas policromadas además eran vestidas utilizando la técnica del estofado, que consistía en cubrir la vestimenta de los personajes escultóricos con láminas de oro que luego eran pintadas y raspadas, el resultado final eran trajes de una apariencia de mucha suntuosidad.
Principales escultores del barroco en España
Entre los centros principales de la escultura de estilo barroco en España se encuentran Castilla y Andalucía. Los principales escultores de esta época está Gregorio Fernández, radicado en Valladolid, quien fue el autor del Cristo atado a la columna y del Cristo Yacente. Ambas obras con intenso dramatismo.
En el caso Andaluz desataca la figura de Martínez Montañés, quien desarrolló en su trabajo una iconografía en torno a la vida de Cristo y la representación de la Inmaculada Concepción de la Catedral de Sevilla.
La pintura barroca española
El siglo XVII es conocido como el Siglo de Oro de las artes españolas, especialmente por las grandes figuras de la literatura y de la pintura universal que surgieron en España durante ese período.
Maestros como Velásquez, Ribera, Zurbarán y Murillo, vivieron y trabajaron durante el período barroco. Pero no solo los grandes pintores nacidos en España tuvieron acción en la corte española, en 1628, y por invitación del rey Felipe IV, el maestro holandés Pedro Pablo Rubens vivió y trabajó en el palacio del Buen Retiro influyendo con su estilo a los artistas locales.
El estilo barroco español, en pintura, se vio muy influido en sus inicios por el tenebrismo del maestro italiano Caravaggio. El uso del claroscuro, el dramatismo y el realismo de sus personajes fueron rasgos que heredó la pintura barroca española y que se difundieron ampliamente en los pintores ibéricos de la época.
El tema dominante en la pintura barroca española era el religioso. Sin embargo, también se desarrolló la pintura de retratos personales y de grupo, entre estos destaca la obra maestra de Velásquez, las Meninas, ubicada actualmente en el Museo del Prado en Madrid.
Además de Diego Velásquez, una figura muy importante de la pintura barroca en España es el artista de Extremadura, Zurbarán. Su estilo muestra mucha influencia del tenebrismo de Caravaggio, pero con un rasgo muy característico, la sencillez de sus composiciones. Con estos efectos buscaba conmover al espectador.
Otro pintor barroco español que merece ser nombrado es Murillo, quien fue el autor de la representación más icónica de la Inmaculada Concepción, su estilo y sus obras pasaron a América por medio de copias y tuvieron una gran influencia en el arte barroco colonial hispanoamericano.
Resumen de lo estudiado
El estilo barroco en España se desarrolló por la influencia de pintores, arquitectos y escultores italianos vinculados con la corte del reino de Nápoles que se encontraba bajo el dominio del rey de España.
El arte barroco en España tuvo su período de máximo desarrollo durante los siglos XVII y XVIII.
Los temas dominantes del arte barroco español son religiosos en todos los géneros, esto se debía a que la iglesia y la corona eran los principales mecenas y utilizaron el arte barroco para promover la Contrarreforma católica.
La arquitectura barroca en España fue sencilla en sus inicios siguiendo el legado de Herrera, pero hacia finales del siglo XVII se desarrolló el estilo churrigueresco, llamado así en homenaje a los hermanos Churriguera. Este era un estilo que se caracterizaba por el uso recargado de la decoración en las fachadas.
La escultura barroca en España se caracteriza por el uso predominante de la técnica de la madera policromada, para crear obras de bulto muy realistas que eran vestidas con la técnica del estofado. Estas imágenes se caracterizan por sus rasgos y expresiones dramáticas.
La pintura española del barroco está representada por grandes genios de la pintura universal como Velásquez, Zurbarán y Murillo. El rey Felipe IV fue un gran mecenas de pintores y promotor de las artes.