El Medioevo, Edad Media, representa un largo período de tiempo que abarca alrededor de diez siglos, entre los siglos V y XV, en la historia de Occidente. En este tema se aborda las diferencias entre la Alta y Baja Edad Media.
Por esta razón, es normal que durante tanto tiempo hayan ocurrido muchos cambios en las formas de vida y de organización social, política, económica y cultural, así como en la visión del mundo de las personas que vivieron durante la Edad Media.
Estos cambios son los que permiten dividir el desarrollo de esta etapa de la historia en tres momentos diferenciados, la Alta Edad Media (período inicial), la Plena Edad Media (momento de mayor desarrollo de las características medievales) y la Baja Edad Media (nombre que se da al momento de transición hacia un nuevo régimen).
Sin embargo, existe un denominador común que permite hablar de la Edad Media como un todo, el dominio del cristianismo y la sociedad feudal.
A continuación, te hablaré sobre las principales diferencias entre el inicio y el final del Medioevo, para que puedas diferenciar sin dificultad una etapa de la otra.
Diferencias entre Alta y Baja Edad Media en cuanto al contexto histórico
Lo primero a analizar para dilucidar las diferencias entre la Alta y Baja Edad Media es ubicarse en el contexto histórico.
Alta Edad Media
Baja Edad Media
La Alta Edad Media inicia a raíz de la crisis del antiguo sistema del Imperio romano en el siglo V.
La Baja Edad Media inicia en el siglo XIII a causa la crisis del modelo feudal.
Al inicio de la Edad Media, el Imperio romano todavía era parte de la realidad cotidiana de las personas, se mantenían las tradiciones, costumbres y modos de vida romanos.
En la Baja Edad Media el Imperio romano era parte de un pasado glorioso, pero lejano. Los modos de vida, las tradiciones y costumbres eran diversos a los de la antigüedad.
Las tribus germánicas tomaron posesión del territorio, sometieron a la población romana o se aliaron con las antiguas familias aristócratas, para formar un nuevo régimen de gobierno bajo la forma de reinos germánicos cristianos.
Los señores feudales perdieron parte de su poder y de su importancia. Las monarquías se aliaron con la alta burguesía para adquirir un renovado poder.
Existía un antagonismo entre la figura del Papa, el emperador germánico y los grandes reinos como el de Francia e Inglaterra.
Ocurrió un abandono de las antiguas ciudades y las rutas comerciales romanas. La población se desplazó hacia los latifundios de los nobles buscando protección. Surgieron los nuevos señoríos que sirvieron de base al modelo feudal.
Se abrieron nuevas rutas y circuitos comerciales. Las ciudades que participaban del comercio adquieren nueva importancia. La población se desplazó del campo a las ciudades y parte de la baja nobleza perdió su medio de enriquecimiento.
Diferencias culturales y religiosas entre el inicio y el final del Medioevo
Los aspectos culturales y religiosos son también relevantes en cuanto a las diferencias entre Alta y Baja Edad Media, lo estudiamos a continuación:
Alta Edad Media
Baja Edad Media
Al inicio de la Alta Edad Media, en el siglo V, la población mantenía la tradición cultural y la identidad romana. Las personas hablaban dialectos del latín vulgar y aun se mantenían muchas costumbres y prácticas religiosas paganas.
En el siglo XIV la población europea había cambiado su fisonomía, el mestizaje étnico y cultural dio paso a nuevas identidades nacionales. El latín vulgar se mezcló con las lenguas propias de cada grupo étnico, así se originaron las lenguas romances propias de cada región.
El cristianismo se estaba instaurando como religión dominante de modo paulatino y sus instituciones aún no tenían un cuerpo de doctrinas bien establecidas. La adopción de la religión cristiana por los nuevos reinos germánicos y el impulso dado por las órdenes de monjes misioneros, ayudaron a la difusión de la fe cristiana en toda Europa.
La iglesia católica cristiana perdió mucha de su influencia en la población. Esta situación era producto de la falta de credibilidad debido a los excesos de la iglesia, en especial del alto clero. En el siglo XIV ocurrió un cisma durante el cual llegaron a existir tres papas en disputa por el poder.
La creación de los primeros monasterios y la dedicación de la vida monacal a la contemplación de la creación divina fueron factores que ayudaron a preservar parte del acervo cultural y del conocimiento de la antigüedad clásica. El resto de la población, incluso la baja nobleza, era analfabeta y tenía poca instrucción.
El auge de las ciudades y de la alta burguesía propició la fundación de las universidades. La tradición antigua se difundió gracias los miembros de la burguesía que asistieron a las universidades. Los gremios artesanales también funcionaron como escuelas prácticas donde se conservaba y difundía el conocimiento.
La importancia dada a la difusión de la fe y la doctrina cristiana que pone a Dios como centro de la vida se sumó al ataque a todo conocimiento que contradijera la doctrina de la iglesia. Esta situación dio pie a que se considerase a la Edad Media como una etapa oscura de la historia de la humanidad.
La pérdida de influencia de la iglesia ayudó a que sus doctrinas, y la fe, fueran desplazadas en esta época por un interés renovado en el humanismo, que coloca al hombre como centro de la vida. Esta actitud hacia el conocimiento del mundo, y del hombre, hizo que se considere a esta etapa como el primer renacimiento cultural del clasicismo.
Diferencias entre Alta y Baja Edad Media en cuanto a la población y la estructura social
Existen diferencias entre Alta y Baja Edad Media tanto a nivel de la población o la propia estructura social, se analizan seguidamente:
Alta Edad Media
Baja Edad Media
La composición poblacional era bastante similar a la de la etapa final del Imperio romano. Los componentes de la población eran: La población romana formada por los nobles patricios y los plebeyos de clase baja, muchos de ellos provenientes de las diferentes provincias del Imperio. Los esclavos extranjeros. Los pueblos germánicos invasores.
Durante las etapas anteriores de la Edad Media, la población se había amalgamado creando un grupo más homogéneo que el existente en la Alta Edad Media. Los componentes de la población en este período eran: La población cristiana con identidad nacional perteneciente a los diversos reinos existentes. Los judíos que habían fijado su residencia en los reinos cristianos. En la península ibérica, los musulmanes, cristianos y judíos, habitantes de al-Ándalus.
En cuanto a la estructura social en este período se formaron nuevas clases: La clase alta: formada por la nueva aristocracia proveniente de las tribus germánicas y los antiguos patricios romanos, antiguos terratenientes, que lograron alianzas con los invasores, y los miembros del alto clero de la iglesia cristiana.
Clase baja: los siervos y esclavos que habitaban y trabajaban la tierra, a cambio de alimento y protección, eran descendientes de la población romana de clase baja y de los esclavos. A este grupo pertenecía el bajo clero.
La estructura social sufrió un gran cambio durante la Baja Edad Media producido la vida en las ciudades. A la clase alta se incorporó un nuevo grupo social, la alta burguesía, compuesta por ricos mercaderes, banqueros y egresados de las universidades. La alta nobleza y el alto clero siguieron siendo parte de la clase alta. La clase baja se formaba por la baja burguesía (artesanos y siervos de cámara), los campesinos, el bajo clero (sacerdotes y monjes mendicantes). Una buena parte de la baja nobleza pasó a formar parte de la clase baja al perder sus medios de enriquecimiento.
Diferencias políticas y económicas entre la Alta y la Baja Edad Media
Las diferencias entre la Alta y la Baja Edad Media también fuero plausibles en aspectos concernientes a la política y economía.
Alta Edad Media
Baja Edad Media
El modelo feudal se instauró gracias a la importancia estratégica que tenía la posesión de la tierra y su control para conservar el poder. Los señores feudales eran quienes ejercían el control del territorio, los reyes necesitaban del apoyo y vasallaje de estos para ejercer su poder y defender los reinos. El papa era una figura central que servía de mediador entre reyes y señores. Avalando el control del territorio y el ejercicio del poder.
El modelo feudal, aunque aún estaba vigente, comenzó a perder mucha fuerza. La apertura de las rutas de comercio marítimas y terrestres le confirió mucha importancia a las ciudades. Los grandes mercaderes acumularon poder económico, tanto, que tenían la capacidad de financiar guerras y ejércitos de mercenarios. Los reyes se aprovecharon de esta situación para crear alianzas con la alta burguesía y quitarle poder a los señores feudales, a los ejércitos de caballeros y al papa.
El abandono de las ciudades romanas y de las rutas comerciales hizo que el modelo económico de este período fuese la economía autosustentable propia del feudalismo. Los feudos eran pequeñas comunidades que dependían de su producción agrícola para subsistir. Los intercambios de la producción se realizaban entre los siervos, estos entregaban tributos a los señores feudales que eran quienes administraban el grueso de la producción. La propiedad de la tierra y su explotación era el origen de la riqueza y del poder político.
El auge del comercio y las nuevas rutas comerciales a lo largo de las ferias de productos hizo que las ciudades se convirtieran en centros financieros. Nació un nuevo modo de entender los procesos económicos basados en el mercado y las finanzas. El mercantilismo conectaba los intereses de diversos agentes: productores de materias primarias, artesanos, comerciantes, banqueros y la monarquía. La tenencia del dinero determinaba el poder económico y político.
