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El arte románico es el estilo artístico de la Plena Edad Media, su desarrollo se dio entre los siglos XI a XIII. Este estilo se originó particularmente en las construcciones religiosas entre Inglaterra y Francia.
El mayor impulso para su desarrollo y difusión se dio en Borgoña, Francia, específicamente gracias a la abadía de Cluny, que era la sede principal de la orden de los monjes benedictinos.
La importancia de este estilo artístico estriba en que fue el primer gran estilo del arte occidental, esto se debe a que tuvo una gran divulgación en Europa debido principalmente al impulso dado por la religión cristiana.
A continuación estudiaremos este estilo, su origen, sus características y principales obras.
Origen del arte románico en la Edad Media
Los antecedentes del estilo románico en la Edad Media se remontan a la caída del Imperio romano en la etapa denominada Alta Edad Media, concretamente durante los siglos V y IX.
En la Alta Edad Media no existió un arte uniforme en Europa, sino que, en cada región, los habitantes romanos se integraron con las diversas tribus germánicas que los invadieron. Así las técnicas romanas perdieron uso y se mezclaron con los gustos y técnicas de los pueblos bárbaros. A este período se le da el nombre de Prerrománico.
Por ejemplo, los monjes misioneros que se adentraron hasta el territorio de los celtas, en Irlanda, o de los sajones, en Inglaterra, comenzaron a adaptar las tradiciones artísticas de estos pueblos a sus necesidades evangelizadoras.
Así, construyeron iglesias y campanarios de piedra que recuerdan a las estructuras de madera de estos pueblos. Un ejemplo del estilo prerrománico anglosajón es la torre del campanario de la Iglesia de Todos los Santos de Earls Barton, Northamptonshire, Inglaterra, construida en el año 1000.
Otro ejemplo notable de adaptación de las tradiciones bárbaras al cristianismo son los manuscritos ilustrados llamados códices. En los que encontramos motivos cristianos, como la cruz, adornados con hermosos patrones de serpientes y dragones que recuerdan la filigrana de la orfebrería celta (un ejemplo que puedes ver es el Evangeliario de Lindisfarne, datado en el año 698, que está en la Biblioteca Británica, Londres).
Sin embargo, la primera obra de arquitectura románica fue la iglesia y la abadía de Cluny, Borgoña, Francia, en el siglo X. Esta era la sede principal de la orden de monjes benedictinos. En esta construcción se dieron las pautas que constituirían las características del propio estilo de arte románico en la Edad Media.
Esto se debe a que la regla de San Benito establecía de manera rígida las pautas de la vida de los monjes benedictinos.
Esta rutina de vida le dio forma a lo que sería el estilo románico y definió su difusión por el resto de Europa a través de los caminos de peregrinación a Santiago de Compostela, Roma y con las cruzadas a Tierra Santa en Asia menor. A lo largo de estas rutas se construyeron monasterios e iglesias de la orden benedictina.
Características del arte románico en la Edad Media
El arte románico tuvo una serie características que se relacionan con su origen y su uso. A continuación te describo las más importantes:
– El románico era un estilo de arte religioso: El arte románico en la Edad Media estuvo al servicio exclusivo de la iglesia católica, fue creado por los monjes benedictinos y su difusión se debe a la expansión de esta orden por toda Europa a lo largo de los caminos de los peregrinos que se desplazaban a Roma, a la tumba de Pedro y sede del papa, y el camino de Santiago en la península ibérica.
– El arte románico tenía una función evangelizadora: Los monjes benedictinos hicieron uso de sus monasterios para difundir el evangelio. Como los siervos no sabían leer en la Edad Media, los monjes representaron pasajes de la biblia en las esculturas de las iglesias y de los claustros de los monasterios para enseñar a los fieles.
En especial, hicieron representaciones de los pecados capitales y del infierno con sus demonios, con el fin de inculcar temor y obediencia en las personas que veían aquellas imágenes. También representaron la vida de Jesús y de María, iniciando así los ciclos iconográficos de la cristología y la mariología.
– El románico era un estilo de arte rural: El arte románico se desarrolló durante la plena Edad Media, cuando predominaba el sistema feudal. Algunos monasterios benedictinos recibieron señoríos y sus abades eran señores feudales, por esta razón, los monasterios y las iglesias románicas tenían una apariencia fortificada, hechos en piedra y madera, como los castillos de otros señores feudales.
– El románico era un estilo internacional: El arte románico fue el primer estilo del arte occidental que se difundió por toda Europa, aunque en cada región tenía algunas características especiales, sus características principales eran comunes en todas sus obras.
Géneros del arte románico en la Edad Media
Debido a su función, asociada a la expansión del cristianismo y en especial con la orden benedictina, el arte románico se desarrolló especialmente en el género arquitectónico.
El uso del románico en la Edad Media fue característico de la construcción de iglesias y monasterios benedictinos durante el siglo X al XII.
Las esculturas y en menor grado las pinturas tenían una función didáctica y decorativa a la vez, subordinada a las iglesias y los monasterios donde se encontraban.
A continuación conocerás algunas características importantes de cada uno de los géneros del arte románico y obras relevantes de cada uno.
Arquitectura románica
La arquitectura románica es muy notable en las iglesias y monasterios europeos de la Plena Edad Media.
Si observas cualquier iglesia románica puedes darte cuenta de lo importante que es la piedra como principal material de construcción. Las iglesias y los monasterios románicos lucen sólidos y fuertes, parecen haber sido hechos para durar toda la eternidad, como le corresponde a la casa de Dios.
Otro elemento característico de las construcciones románicas es el uso del arco de medio punto y las características bóvedas de cañón para las cubiertas, también se usaron las cúpulas para techar los ábsides de las iglesias. Todas estas técnicas de construcción fueron heredadas de los romanos.
Estos elementos del lenguaje arquitectónico le dan armonía al conjunto. Son características las arquerías de medio punto que crean los pasillos de los claustros románicos caracterizados por sus plantas cuadradas.
La planta de las iglesias del estilo románico de la Edad Media tiene la forma de cruz latina, formadas por una planta de basilical de tres naves a la que se le cruzaba un brazo que formaba dos transeptos o capillas laterales. El espacio donde se interceptan ambos cuerpos se llama crucero.
La cabeza de la cruz forma un ábside en el que se encuentra el altar y tiene detrás de este un deambulatorio con capillas que permite el acceso a una cripta en donde, por lo general, se encuentran las reliquias de un santo. También solía existir un claustro para que los religiosos solían pasear.
Estas iglesias no solo servían para los servicios religiosos de los monjes y de los siervos de una abadía, también servían como lugares de peregrinación, por lo que también servían como refugio de los peregrinos.
Otras características del estilo arquitectónico románico son los contrafuertes para sujetar a los muros, estos tienen pocas ventanas. Generalmente en el piel del edificio se construía una torre campanario.
Los edificios civiles más relevantes son los castillos y zonas amuralladas.
Obras arquitectónicas románicas: En Francia tenemos a la iglesia de Santa Fe de Conques, Nuestra Señora la Grande de Poitiers o la iglesia de san Trófimo de Arlés. En España destacan las catedrales de Santiago de Compostela, Lérida y Jaca. En Italia, el Duomo de Siena, así como la iglesia de San Ambrosio en Milán.
Pintura románica
La pintura, al igual que los mosaicos, en el arte románico de la Edad Media, tenía una función decorativa y de adoctrinamiento.
Las iglesias románicas son consideradas biblias de piedra debido a que en sus muros se representan los principales pasajes de la biblia así como cuestiones básicas de la teología cristiana.
Los motivos principales de las pinturas de este período eran la vida de Jesús y sus apóstoles, de María y de algunos de sus primeros mártires y santos, así como parábolas y pasajes del viejo y del nuevo testamento. Todas estas servían de ejemplo de lo que debía ser la vida cristiana.
Lamentablemente, debido a las técnicas y materiales utilizados, es muy poco lo que subsiste de la pintura románica, por los restos que podemos ver en las iglesias sabemos que era policromada con predominio de colores terrosos y rojizos así como el dorado, los fondos de las pinturas eran planos de un solo color.
Por las iluminaciones de los códices y por las pocas pinturas que han sobrevivido a lo largo de los tiempos, se llega a la conclusión que el estilo románico era hierático, simétrico, rígido y jerárquico. Las figuras principales, como Cristo, eran de mayor tamaño que las personas normales, además, era bidimensional no buscaba representar la profundidad.
Este esquematismo probablemente era producto de su función didáctica y sagrada que debía cumplir esta pintura.
Una obra pictórica románica que debes conocer es el Cristo Pantocrátor de la iglesia de San Clemente de Tahull, que se encuentar en Lérida, España y que data del siglo XII. La representación del Pantocrátor fue muy usual durante aquella época.
La técnica de pintura era al fresco y lo más representativo era el el Pantocrátor, generalmente estaba rodeado de un círculo ovalado llamado mandorla. No obstante, también se pintaban motivos religiosos sobre tablas y en libros religiosos, estos últimos denominados miniaturas.
Escultura románica
La escultura románica se caracteriza, al igual que la pintura, por motivos teológicos. Los conjuntos escultóricos hechos en los tímpanos de las fachadas de las iglesias son propios de este estilo. Al igual que en los capitales de la columnas. Siempre predominaba la figura de Cristo, Virgen, Apóstoles, aunque también existían paisajes de la vida del momento.
En los tímpanos se representa la figura del Cristo vencedor, nuevamente el Pantocrátor, que se encuentra rodeado por el tetramorfo, una representación de los cuatro evangelistas (Mateo, Lucas, Marcos y Juan) asimilados a cuatro figuras: ángel, toro, león y águila.
Alrededor del Pantocrátor se hace una representación del día del Juicio Final, colocando los justos a la derecha de Cristo, y los pecadores a la izquierda. Estos últimos eran representados en el infierno siendo castigados por sus pecados, torturados por criaturas demoníacas que son características del estilo escultórico románico.
La técnica predominante de la escultura era la del bajo y alto relieve, esto quiere decir que no eran esculturas de bulto, sino que se encontraban adosadas a las paredes y columnas de las iglesias y de los claustros de los monasterios. En este tipo de escultura se cumple la llamada ley del marco, que quiere decir que la representación se adapta a la forma de la estructura que la soporta.
Las imágenes predominantes de la época eran Jesús en la cruz (representado con cuatro clavos), o tallas de la Virgen con el Niño.
Obras escultóricas importantes del románico: Las iglesias de San Sernín en Toulouse (ubicada en Francia), Jaca y Frómista en España, igualmente la fachada de las Platerías de la catedral de Santiago de Compostela, también en es España. La escuela escultórica románica de esta serie de iglesias está asociada con el camino de Santiago.