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Si quieres conocer un poco más sobre el arte islámico en la península ibérica, a continuación, te hablaré sobre sus características y principales obras.
El Islam como religión tuvo un proceso muy rápido de expansión a partir del fallecimiento del profeta Mahoma que tuvo lugar en el año 632 d.C. Debido a esta situación, en menos de un siglo, en el año 711, los árabes de religión islámica conquistaron la península ibérica.
Convirtiendo así la antigua Hispania romana y visigoda en una provincia del Imperio omeya llamada al-Ándalus. Junto con sus creencias, estos nuevos conquistadores trajeron el arte islámico a la península ibérica, donde se establecieron y desarrollaron su cultura durante más de siete siglos, haciendo de esta una parte importante de la herencia y tradiciones del mundo ibérico.
Características del arte islámico en la península ibérica
El Islam se caracteriza por ser una religión que regula e influye en todos los aspectos de la vida de sus fieles, y por supuesto el arte no es la excepción. Para comprender de modo adecuado el arte islámico es necesario hacerlo desde el enfoque de las creencias y preceptos religiosos que establece el Islam a través del Corán y de sus intérpretes.
En este sentido, una de las principales características del arte islámico se deriva de la prohibición de representar hombres y animales para evitar la idolatría o la adoración de cualquier otro ser distinto a Alá (Dios).
Por esta razón, el arte islámico en la península ibérica se concentra en géneros propios de las artes no figurativas como son la arquitectura y las artes decorativas, en especial el ornato de las edificaciones hecho con formas abstractas geométricas, fitomorfas y de caligrafía (letras árabes).
Características de la arquitectura andalusí
El arte islámico desarrollado en al-Ándalus realizó importantes y originales aportes a la tradición del arte universal, ya que sirvió de vaso comunicante entre las tradiciones orientales y occidentales.
De este modo, elementos característicos de la cultura islámica como el arco de herradura o el lobulado, pasaron al repertorio de formas de la arquitectura cristiana.
Uno de los elementos asociados al arte islámico es el uso de bóvedas muy elaboradas para techar las edificaciones, entre estas destacan las bóvedas de crucería cuyos arcos no se cruzan en el centro creando formas de rosetones. También utilizaron bóvedas gallonadas y un tipo de bóveda muy complejo llamado bóveda calada.
Otra de las características propias del arte islámico en la península ibérica, en especial de la arquitectura, es la adaptación al paisaje en conjunto con el uso armónico de materiales locales que se consideran pobres como estuco, yeso y ladrillo,
El tipo de construcciones propias del arte islámico de la península ibérica suelen ser de baja altura y de proporciones moderadas, centrando su atractivo en la belleza de su ornato de formas abstractas en filigranas delicadas extremadamente elaboradas y minuciosas.
Las principales edificaciones del arte islámico son las mezquitas, edificios religiosos que tenían un conjunto de elementos comunes.
Entre los elementos característicos de las mezquitas se encuentran:
- Una torre que servía para llamar a la oración denominada alminar o minarete.
- Un patio con fuente para la purificación antes del ingreso.
- La sala de oración de planta rectangular con varias naves.
- Un muro llamado quibla, en este se encuentra un pequeño nicho que señala la orientación hacia la meca, este detalle es conocido como el Mihrab.
Otras edificaciones propias del arte islámico en la península ibérica fueron los alcázares que eran edificaciones militares, y los conjuntos palaciegos de los gobernantes y de la clase alta de al-Ándalus.
Períodos del arte islámico en la península ibérica
Debido a que al-Ándalus tuvo un desarrollo histórico de más de setecientos años, el arte creado por esta cultura tuvo diversas etapas con características propias.
A continuación, te hablaré sobre estas etapas, sus características y las principales obras de cada una de ellas.
Período califal durante el califato de Córdoba
A partir del siglo X, bajo la figura de Abderramán III, la dinastía omeya proclamó su independencia del califato de Damasco, iniciando así uno de los período de mayor esplendor de la cultura islámica en al-Ándalus.
Durante esta etapa se crearon hermosas obras arquitectónicas, sin duda, la que más destaca entre todas es la Mezquita de Córdoba. Sin embargo, también son de este período importantes edificaciones como la Mezquita de Toledo y el palacio de Medina Azahara.
La Mezquita de Córdoba se creó en varias etapas durante aproximadamente dos siglos, se inició en el siglo VIII y se logró culminar en el siglo X. La importancia de la gran mezquita se entiende si se tiene en cuanta el contexto en que se desarrolló.
Córdoba era una ciudad muy importante, tenía más de quinientos mil habitantes (en comparación, ninguna ciudad de los reinos cristiano ibéricos tenía más de cien mil habitantes). Las calles de esta ciudad estaban pavimentadas y existía alumbrado público.
En Córdoba había, para la época, más de setecientas mezquitas. Esta era una ciudad cosmopolita y un centro cultural de gran desarrollo del conocimiento durante el período califal.
La gran innovación de la Mezquita de Córdoba en relación con las edificaciones islámicas anteriores es su estructura de dos niveles.
Un primer nivel formado por una columnata rematada con arcos de herradura, sobre estos se levantan los soportes del segundo nivel, pilares en los que están presentes arcos de medio punto.
La estructura del segundo nivel se encuentra afianzada por un sistema de modillones de rollo cruciformes que coronan los pilares y sustentan las arquerías del techo.
Todo esto sirvió para darle una mayor elevación al conjunto de la Mezquita, haciéndola resaltar por sobre las otras edificaciones de la ciudad.
El período de los reinos de taifas, siglo XI
En el siglo XI el califato de Córdoba se dividiría en pequeños reinos a los que se conoce como las taifas. Esta época se caracterizó por las pugnas constantes entre taifas. Por esta razón, el edificio más característico de la época son los alcázares y las alcazabas.
Los alcázares eran castillos fortificados donde habitaban los gobernantes y nobles árabes, podían estar asociados a una alcazaba o no.
La diferencia es que las alcazabas eran pequeñas fortalezas que se erigían en el centro de las ciudades, tenían un uso militar y en ocasiones podían albergar el alcázar del gobernante de la ciudad.
Existieron alcázares en las afueras de las ciudades que servían como residencia y fortaleza de señoríos.
Entre las alcazabas más notables se encuentran la de Granada, Almería y la de Málaga.
El período almorávide y almohade
La dispersión de los reinos de taifas ocasionó que los territorios de al-Ándalus fuesen conquistados por los reinos cristianos del norte de la península.
Esta situación trajo como consecuencia que, a finales del siglo XI y hasta el siglo XIII, se dieran una serie de invasiones en la península ibérica por parte de monjes guerreros islámicos de origen bereber del norte de África, me refiero a los almorávides y los almohades.
Debido a su condición de monjes ascetas y guerreros, estos grupos lograron la reunificación del al-Ándalus y lograron recuperar parte del territorio del antiguo califato que se había perdido.
Este período se caracteriza en la arquitectura islámica por la gran profusión de formas decoradas llamadas paños de Sebka que eran estructuras que cubrían y enmascaraba los aspectos estructurales de las construcciones.
Los arcos de herradura son de tipo apuntados y a las bóvedas se les agrega una forma decorativa llamada mocárabes, estos eran una especie de aguja que se desprende del centro de las bóvedas y arcos.
Las columnas fueron sustituidas paulatinamente por pilares y las bóvedas de crucería presentan nervaduras más finas y delicadas.
Ejemplos del arte islámico en España
Pertenecientes a este período y concretamente en España son el palacio de la Aljafería en Zaragoza, la Torre del Oro que cumplía la función de vigilancia a los márgenes del río Guadalquivir en Sevilla y la desaparecida mezquita de Sevilla con su alminar la Giralda.