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El arte gótico es el nombre que se le dio al estilo de arte internacional que se impuso en toda Europa con posterioridad al estilo románico. Su inicio se establece en el siglo XII y su uso se extendió hasta el siglo XV, y en algunos casos hasta el siglo XVI.
El cambio más notable ocurre en la arquitectura, donde las construcciones de muros gruesos con contrafuertes, arcos de medio punto y bóvedas de cañón, propias del estilo románico, dieron paso a edificaciones más estilizadas, con columnas más delgadas y altas, pilastras, arbotantes, bóvedas de crucerías, arcos apuntados (ojival) y los grandes ventanales que permiten el paso de la luz al interior de las iglesias llamados rosetones.
A continuación, te hablaré sobre el arte gótico en la Edad Media, su origen y las características principales de los tres géneros de las artes plásticas, arquitectura, pintura y escultura.
Origen
El arte gótico se originó en Francia. En particular, se puede señalar a la basílica de la abadía de Saint Denis, al norte de París, en Francia. Esta iglesia fue inaugurada en el año 1149 (siglo XII) y su construcción fue organizada por el abad Suger, quien tuvo un rol muy importante en el nacimiento de este estilo.
El abad Suger pensaba que la luz era un reflejo de Dios y que, por tanto, su contemplación te eleva ante la presencia de la divinidad, este tipo de creencia se conoce como la vía anagógica para llegar a Dios.
Por esta razón, Suger, aprovechó su relación directa con los reyes de Francia Luis VI y VII, de quienes era consejero, para obtener los recursos para construir una iglesia en la que pudiese utilizar nuevas técnicas de construcción y de decoración, de esa manera lograr ese estado de contemplación de Dios a través de la belleza de la luz.
Sin embargo, muchos investigadores coinciden en que no se le puede dar todo el crédito al abad Suger, y que en realidad, el estilo gótico en la Edad Media es producto de la evolución de las técnicas y conocimientos que se acumularon durante doscientos años de estilo románico.
En cualquier caso, el arte gótico es reflejo de la importancia que cobraron hacia el final de la Edad Media las ciudades y su nueva clase social, la burguesía.
La mayor prueba de lo manifestado es que a diferencia del románico, en el que las principales edificaciones eran los monasterios, durante el gótico, las catedrales de las ciudades se convierten en el tipo de obra más importante, seguida de los palacios de las familias burguesas adineradas.
Características del arte gótico
El estilo o arte gótico se caracterizó por estar dominado por la importancia de la luz como símbolo de la belleza y la grandeza de Dios.
A diferencia del oscuro interior de las iglesias románicas, las catedrales góticas estaban muy iluminadas.
Esta característica del arte gótico se suma a su gran altura, diseñada para crear en quienes ingresan al interior de un edificio gótico una sensación sobrecogedora.
El uso de incensarios aunado a los cantos gregorianos propios de los monjes de aquella época, son elementos que completan el efecto de elevación que se persigue en las catedrales góticas.
Las catedrales góticas se convirtieron en el orgullo de cada ciudad. Estas compitieron entre sí para construir la catedral más grande y majestuosa.
Los campanarios de las catedrales eran los edificios más altos y podían ser vistos a kilómetros de distancia de las murallas de una ciudad, sirviendo como guía a los viajeros.
Para la construcción de las catedrales de estilo gótico en la Edad Media era necesario el uso de grandes recursos materiales, de fuerza de trabajo y conocimiento.
Esta conjugación de factores se logró mediante la alianza entre la próspera clase burguesa, los gremios artesanales, los monarcas y los obispos, todos unidos con un mismo propósito, enaltecer el gentilicio de su ciudad.
Arquitectura gótica en la Edad Media
La principal característica del arte gótico en las edificaciones es su búsqueda de elevación. Todas parecen estructuras ligeras que están por encima de todo lo que les rodea, algo que en conjunto con la iluminación de su interior genera una sensación única, como si la iglesia estuviese suspendida en el aire.
Para lograr este efecto se utilizan una gran cantidad de recursos técnicos como son los grandes ventanales laterales y los rosetones ubicados sobre la puerta principal. Estos elementos permiten el paso de mucha luz hacia el interior de las catedrales, creando una atmósfera especial.
Técnicas de construcción en el arte gótico
Para ganar altura y estilizar su aspecto, en las catedrales góticas de la Edad Media, se sustituyeron las macizas columnas románicas por conjuntos de tres columnas muy delgadas y alargadas que eran rematadas por arcos ojivales.
Aunque las columnas eran más delgadas, la unión de muchas de estas estructuras le daba a las edificaciones góticas el soporte necesario para lograr su gran elevación.
Otro recurso característico de la arquitectura gótica fue el refuerzo de los muros exteriores con arbotantes. Estos eran medios arcos que descansan sobre los contrafuertes que se encuentran escondidos y separados de los muros laterales del edificio.
El arco apuntado, o arco ojival es otro recurso característico del lenguaje arquitectónico gótico. Este se origina al elevar la clave del arco, haciendo que el arco forme un ángulo en su centro que tiene la forma de punta en su parte más elevada.
La evolución de las bóvedas de crucería románicas hacia las góticas es otra muestra del dominio técnico logrado en este período.
Las bóvedas de crucería del estilo gótico son estructuras de soporte muy bien calculadas con un entramado que permite descansar las fuerzas sobre las columnas y los arbotantes, permitiendo techar estructuras de gran altura sin sobrecargar de peso los muros laterales.
La planta conservó la tradición románica, la mayoría de las catedrales góticas son plantas de cruz latina, con un cuerpo central de basílica de tres naves. Un crucero con dos brazos laterales llamados transectos y una cabeza que es el ábside con deambulatorio.
Este tipo de planta se reflejaba en el exterior con una fachada principal que daba acceso a los pies de la cruz, en el ingreso de esta fachada se coloca una puerta central rematada con un tímpano, y dos (o tres) puertas laterales. En ocasiones se colocan puertas laterales que dan acceso a las capillas ubicadas en los transectos o en el deambulatorio del ábside.
A parte de las puertas, en las fachadas también estaban presentes las arquivoltas y, en ocasiones, un rosetón a modo de vidriera en la parte superior, así como un gablete encima de la arquivolta.
Ejemplos de grandes representaciones del arte gótico son catedrales como las de Colonia en Alemania, o las de Burgos, León y Toledo en España.
Pintura gótica, fases y técnicas utilizadas
En cuanto a las artes representativas, la pintura gótica, al igual que la escultura y los vitrales, tienen una función didáctica y decorativa.
Los motivos representados en las pinturas góticas, al igual que durante el período románico, son alusivos a pasajes bíblicos; la vida de Jesús y María o de los santos y mártires a los que están dedicados las catedrales.
También se representan temas asociados con una función moralizadora. Así se representan con frecuencia los pecados capitales como los vicios principales del hombre, y los castigos que reciben los hombres viciosos en el infierno.
A diferencia del arte románico, conocemos el nombre o al menos el pseudónimo de muchos pintores del período gótico. Tienen relevancia los italianos del trecento de la escuela de Florencia y Siena como son Giotto y Donatello, de la primera, y Duccio, Cimabue y Simone Martini representantes de la segunda.
Aunque posteriores, los maestros flamencos del siglo XIV y XV combinan un estilo que podemos llamar gótico nórdico, grandes ejemplos, Hieronymus Bosch, conocido como el Bosco, el maestro Van der Weyden y el alemán Albert Durero.
Concretamente se ha dividido la pintura gótica en tres fases: Estilo gótico-lineal, el denominado italo-gótico, finalmente el estilo flamenco.
En cuanto las técnicas utilizadas tenemos: pinturas mural, las propias vidrieras o la técnica de pintura sobre tabla. Sin olvidar las miniaturas reflejadas en los libros de la época.
Escultura gótica en la Edad Media
Los conjuntos escultóricos siguen cumpliendo una función didáctica y decorativa como en el románico. Sin embargo, el estilo de estas esculturas es más realista y estilizado.
Se nota la búsqueda de mayor volumen en los cuerpos, al igual que composiciones más armónicas que dejan entrever una intención más naturalista en las representaciones de figuras humanas y animales, las cuales pierden la rigidez propia del románico a cambio de un mayor uso de formas curvas y sinuosas, y un alargamiento de las proporciones que buscan un estilo más suave y armónico.
Dentro de la escultura gótica en la Edad Media surgen nuevos géneros como los retablos y las esculturas funerarias. El crucificado se representaba con tres clavos en lugar de cuatro como ocurría en el arte románico.
Ejemplos notables de este género en el período gótico son los pórticos de las catedrales de Chartres y Amiens en Francia, y los de Burgos, León y Toledo, en España.
En cuanto a los edificios no religiosos, el Palacio Ducal de Venecia es una de las obras más importantes del estilo gótico en la Edad Media.