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Con el nombre de Alta Edad Media se designa la primera etapa del Medioevo. Este período se inicia en el siglo V, con la caída del Imperio romano de Occidente y tiene una duración de cinco siglos.
El fin de la Alta Edad Media se ubica hacia las últimas décadas del siglo IX y a lo largo del siglo X , momento en el que se dieron una serie de cambios que marcaron la transición hacia la Plena Edad Media.
A continuación te voy a describir la principales características de los procesos políticos y religiosos más importantes ocurridos durante la Alta Edad Media.
Características de la Alta Edad Media
La Alta Edad Media inicia a lo largo del siglo V, durante este siglo se completa el proceso de desintegración de todas las estructuras de poder político, militar y religioso del Imperio romano.
Ante tal situación de cambio, en el territorio que perteneció al Imperio romano ocurren vacíos de poder que fueron llenados por nuevos protagonistas.
Las características de la Alta Edad Media más importantes son los cambios políticos acaecidos durante ese periodo, así como las consecuencias económicas y sociales, sin olvidar los acontecimientos religiosos, de todo ello se analiza en las siguientes líneas.
Acontecimientos políticos de la Alta Edad Media
La Alta Edad Media se caracterizó por el surgimiento de nuevas potencias como el Imperio bizantino, el califato musulmán en Oriente próximo, los reinos germánicos romanos y el breve período del Imperio carolingio en Occidente.
Cambios políticos en occidente durante la Alta Edad Media
En el caso de los territorios que pertenecieron al Imperio romano de occidente, se consolidó el ascenso al poder de los caudillos y las familias nobles que gobernaban las tribus germánicas del norte.
Los diversos grupos germánicos lograron su imposición a lo largo de varios siglos en los que fueron ocupando el territorio del antiguo imperio y sometiendo a la población romana.
De este modo surgieron los nuevos reinos germánicos, o reinos romano germánicos. Las principales tribus que ocuparon los territorios europeos en el siglo V fueron los visigodos en la península ibérica, que formaron el reino de Tolosa, y los ostrogodos que se instalaron en la península itálica.
En el siglo VI nuevos grupos germánicos se desplazaron hacia Europa, los francos ocuparon la Galia romana, formando el reino franco de Clodoveo I. Los francos desplazaron a los visigodos totalmente hacia la península ibérica, obligando a cambiar la sede de su reino de Tolosa a Toledo.
Los lombardos se instalan en el norte de Italia hacia finales del siglo VII. En el norte, la isla de Gran Bretaña fue invadida por anglos y sajones. Estos pueblos forman reinos que se mantienen en conflicto interno entre ellos hasta que fueron unificados por los daneses dando así inicio al reino de Inglaterra.
Finalmente, a inicios del siglo IX, surge la figura de Carlomagno, hijo de Pipino el breve, rey de los francos.
Carlomagno logró expulsar a los lombardos del norte de Italia y a los sajones del noreste de la actual Alemania, de este modo consolidó un vasto territorio en el que fundó varias diócesis y tuvo un gran poder que sirvió para contrarrestar la figura del papa en Occidente.
Las campañas militares y religiosas de Carlomagno fueron la base del dominio territorial y político del Imperio carolingio, que representa el período comprendido entre el año 800 y el 843 del reino franco.
Los centros de poder político en oriente durante la Alta Edad Media
Los territorios orientales del Imperio romano formaron el Imperio bizantino con su capital en Constantinopla.
El territorio del Imperio romano de Oriente era en buena parte el antiguo Imperio helénico formado por Alejandro Magno, que tras su muerte se dividió en pequeños imperios al mando de sus generales. Estos imperios helénicos antiguos fueron conquistados y anexados por los romanos en un corto período de tiempo.
Debido a lo anterior, el Imperio bizantino siempre tuvo un carácter griego, aunque mantuvieron una fuerte identificación con su pasado romano y la religión cristiana. El emperador o basileus era designado también como patriarca de la iglesia cristiana de oriente.
El basileo, fue una figura muy importante durante este periodo, su poder no se limitaba a los territorios orientales.
En el siglo VI la flota comercial y el ejército bizantino se desplegaron en diversas regiones en el Mediterráneo occidental dominando el norte de África y una parte de la Hispania visigoda, donde conquistaron un territorio al sur de la península ibérica que llamaron Spania. También conquistaron Italia expulsando a los ostrogodos para crear el exarcado de Ravena.
Para marcar una mayor diferencia con su origen romano, el emperador bizantino Heraclio, sustituyó en el siglo VII el latín por el griego como lengua del Imperio y adoptó la palabra griega basileo para designar su figura como rey o emperador.
En Oriente próximo ocurrió el surgimiento y consolidación del Islam. Bajo el amparo de esta nueva religión se logró la unificación de los pueblos árabes y se creó una nueva estructura de poder en la región, el califato.
El califa era el heredero del poder terrenal de Mahoma, varias dinastías de califas se sucedieron a lo largo de la Alta Edad Media, la sede del poder fue inicialmente Medina y luego, con la dinastía omeya se mudó a Damasco.
Acontecimientos religiosos
Los acontecimientos religiosos más relevantes fueron la expansión del cristianismo y el surgimiento y consolidación del Islam.
La expansión del cristianismo en occidente
En lo religioso, fue el período en el que se consolidó el cristianismo en occidente, llegando a los pueblos germánicos que se convirtieron de forma paulatina a los preceptos de la nueva religión.
La religión cristiana durante este período estableció sus estructuras jerárquicas y el modelo de funcionamiento de la iglesia con el papa a la cabeza y sus cardenales y obispos como jefes regionales.
Uno de los factores determinantes en la evangelización de los pueblos bárbaros en toda Europa fue la instauración de las órdenes monacales, tanto en Occidente como en Oriente.
La orden de monjes benedictinos fue una de la más trascendente de las creadas en este período. Fue fundada en el siglo VI bajo la regla de Benito de Nursia, quien a su muerte dejó catorce abadías autónomas en funcionamiento.
Las abadías de monjes benedictinos se expandieron por toda Europa propiciando la evangelización y conversión al cristianismo de diversos pueblos bárbaros. Al final de la Alta Edad Media, en el siglo IX, ocurrió la primera reforma de la orden con la creación de la orden benedictina cluniacense.
El surgimiento y consolidación del Islam en oriente próximo y la península ibérica
En el año 570 nació el profeta Mahoma en la Meca, en la península arábiga. Este hombre es el fundador de una de las grandes religiones monoteístas del mundo, el Islam.
Su visión estratégica lo llevó a formularse un ambicioso proyecto de dominación religiosa, social y política bajo la consigna de lograr convertir a la mayor cantidad de fieles bajo los preceptos de lo que él pregonaba como la fe en el único y verdadero Dios, Alá.
Como caudillo de los pueblos árabes convertidos al Islam, logró guiar un proceso de unificación bajo la fe de los diferentes grupos étnicos que habitaban la península arábiga y oriente próximo. En el siglo VII el proyecto de unificación de los musulmanes trazado por Mahoma se había consolidado bajo la figura del califa, su sucesor.
En el siglo VIII la expansión del Islam trascendió la península arábiga. Los musulmanes de origen árabe llegaron al norte de África y a la península ibérica bajo el mando de la dinastía de los omeyas que huían de Damasco por el ascenso al poder de la dinastía abasida.
La consecuencia de este proceso fue el surgimiento de al-Ándalus, un territorio europeo, al sur de la península ibérica, bajo dominio de la cultura árabe y del Islam. El dominio islámico en el sur de España propició un ambiente conflictivo con los reinos cristianos visigodos que habitaban en el norte durante la Alta Edad Media.
La configuración del poder político y religioso durante la Alta Edad Media causó un proceso de reajustes con implicaciones económicas y sociales muy importantes que sirvieron de base para la posterior implantación del modelo feudal durante la Plena Edad Media.
Uno de los reajustes sociales más importantes ocurridos durante este período fue el surgimiento de nuevas clases y grupos sociales.
Los descendientes de los antiguos habitantes romanos perdieron su primacía en la escala social y dieron paso a una nueva casta dominante, los miembros de los pueblos germánicos.
De este modo, ser descendiente de godos o francos se convirtió en un rasgo de distinción social, las nuevas clases aristócratas derivaron su linaje de estos pueblos.
Los diversos pueblos germánicos se decantaron por dos opciones principales, negociar e integrarse con los antiguos aristócratas de origen romano para compartir el poder, o desplazar a los patricios romanos para imponerse como nuevo grupo dominante.
Los descendientes de los habitantes de las poblaciones romanas urbanas se trasladaron hacia las regiones rurales, poniéndose al servicio de los terratenientes, conformando así de modo gradual la nueva clase de los siervos dedicados a la agricultura y a la cría de animales como principal actividad económica.
La fragmentación del territorio, y la disgregación de la población, tuvo como consecuencia un cambio importante en las actividades económicas.
El comercio desapareció en buena medida en el caso de Europa. Los pequeños poblados rurales se multiplicaron estableciendo un modelo económico en pequeñas comunidades autónomas que giraba en torno al dominio de un señor aristócrata. Estos señoríos se convirtieron en la base del modelo feudal que se impuso más adelante
Proliferaron los monasterios en los que se refugiaron las personas que buscaban escapar de los conflictos permanentes, para dedicarse a la contemplación de la gracia divina. De este modo surgió el clero como un nuevo segmento de la población.