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Con el nombre de Independencia de América se conoce a las diferentes gestas de emancipación realizadas hacia finales del siglo XVIII, y a lo largo del siglo XIX, por las colonias europeas de Inglaterra, Francia y Portugal, y de los territorios ultramarinos en el caso de España, en el continente americano.
A continuación, te hablaré sobre las diferentes gestas de independencia de América, como son la de Estados Unidos, la de los territorios hispánicos y la de Brasil.
Las primeras colonias que iniciaron un movimiento para independizarse de la metrópoli europea fueron las Trece Colonias británicas ubicadas en la Costa Este de Norteamérica, frente al océano Atlántico.
La gesta de independencia de las colonias británicas originales comenzó en 1775 y culminó con la derrota de las tropas británicas en la batalla de Yorktown en 1781.
Las ideas antimonárquicas que impulsaron la guerra de las colonias británicas contra el Reino de Gran Bretaña atrajo la atención de varios militares franceses. Un caso emblemático fue el Marqués de La Fayette, un general y noble francés que peleó a favor de la causa independentista norteamericana, y que luego participó de forma activa durante la Revolución Francesa.
Causas que impulsaron la Independencia de las Trece Colonias británicas de América
El contexto histórico en el que se inició el proceso de independencia de las Trece Colonias británicas se remonta a la rivalidad entre Francia e Inglaterra. En 1763 culminó la guerra de los Siete Años entre estos dos reinos. Gran Bretaña había resultado parcialmente victoriosa.
En el tratado de París firmado entre Francia y Gran Bretaña en 1763, se acordó el fin de la presencia colonialista de Francia en Norteamérica. De este modo, Inglaterra aceptó dar un trato preferencial a los colonos católicos de origen francés que habitaban la provincia de Quebec.
Esta situación inició el descontento de los colonos ingleses que habitaban las Trece Colonias originarias, debido a una rivalidad tradicional que mantenían con los franceses.
Los colonos ingleses sintieron que sus derechos fueron menoscabados y que el trato recibido de parte de Gran Bretaña no fue recíproco. Esta idea se debía a que ellos habían ayudado a la metrópoli para vencer a Francia en la guerra de los Siete Años.
Por el contrario, Inglaterra favoreció a los nuevos colonos francófonos y les dio un trato especial. Los colonos de Quebec fueron exonerados del pago de ciertos impuestos, lo que generó descontento en las colonias británicas originarias que iniciaron pequeños actos de rebelión como el Motín del Té en Boston.
El parlamento inglés, en 1774, respondió a la rebeldía de las Trece Colonias con una legislación muy dura conocida como las Actas Intolerables. Estas leyes coercitivas le restaban poder y autonomía al gobierno de las colonias, especialmente al de Massachusetts.
El descontento acumulado por los colonos ingleses, sumado a las Actas Intolerables, tuvo como consecuencia la convocatoria del Primer Congreso Continental. En este, los representantes de la Trece Colonias acordaron rechazar las Actas Intolerables y aplicar un boicot a las mercancías británicas.
La Revolución Americana como precursora
La tensión entre las Trece Colonias británicas y el reino de Gran Bretaña continuó un aumento hasta que en el año 1775 desembocó en la batalla de Lexington. Este fue primer episodio bélico de todas las gestas por la Independencia de América.
La guerra librada en Norteamérica por su independencia del Reino Unido fue la primera del continente americano. El ejemplo de los norteamericanos sirvió de inspiración para los habitantes de otras colonias y territorios americanos bajo dominio europeo.
El proceso histórico de la Independencia de los Estados Unidos de América tuvo dos momentos culminantes, el primero fue la Declaración de Independencia realizada el 4 de julio de 1776.
El segundo hecho relevante de la Independencia de América como colonia del Reino Unido fue la aceptación de la Constitución de los Estados Unidos por parte de los ciento cincuenta y cinco delegados de las colonias.
Entre los delegados de las Trece Colonias se encontraban hombres como Alexander Hamilton, James Madison y George Washington, que hoy en día son considerados los padres fundadores de Estados Unidos. Esto ocurrió el 17 de septiembre de 1787 en la Convención Constitucional de Filadelfia.
La Independencia de América en los territorios de ultramar de España
El reino de España, a diferencia de los otros reinos europeos, no estableció colonias en América, sino que utilizó la figura de los virreinatos.
El virreinato fue una institución propia de la corona española que fue utilizada previamente en Sicilia, Cerdeña y Nápoles, y luego en América.
Los virreinatos conferían mayor autonomía a los gobiernos locales de los territorios colonizados que el modelo colonial inglés o francés. De igual modo, el modelo español otorgaba mayores derechos e igualdad de condiciones a los aborígenes de sus territorios ultramarinos.
La figura del virreinato ayudó a la implantación difusión de la cultura hispánica en el continente suramericano.
Antecedentes en los territorios hispánicos
La historia de España en territorios americanos se extiende por cuatro siglos. La presencia hispánica en América inició en 1492, cuando llegó Colón, y duró hasta 1898 cuando perdió la posesión de Cuba y Puerto Rico en la guerra contra los Estados Unidos de América.
Sin embargo, la gesta por la independencia de América de España se desarrolló con mayor fuerza durante las primeras tres décadas del siglo XIX, entre 1808 y 1833.
En la primera década del siglo XIX las ideas ilustradas y liberales que habían impulsado la Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa se propagaron entre las élites criollas de los territorios hispánicos.
Los criollos, descendientes de españoles, nacidos en los territorios de España en ultramar eran considerados súbditos españoles. Ellos eran quienes tenían el control político y económico de los diferentes virreinatos.
Sin embargo, estas élites aspiraban mayor autonomía política y mayor libertad económica, especialmente en cuanto a determinar las rutas de comercio de los productos americanos, y menor presión fiscal por parte de la metrópoli.
El inicio de la Independencia de la América hispánica
La situación se hizo propicia para los reclamos de los criollos hispanoamericanos en 1808, cuando se presentó una crisis en la monarquía española. Esto ocurrió debido a la invasión de Napoleón Bonaparte quien capturó al rey Fernando VII e impuso a su hermano mayor, José Bonaparte, como rey de España.
La crisis de legitimidad en la metrópoli española dividió a los criollos entre aquellos que se mantenían leales a la dinastía borbónica y por eso querían romper vínculos con el nuevo rey, y aquellos que deseaban mantenerse vinculados a la corona española.
En virreinatos pequeños como el de la Nueva Granada, y capitanías generales como Venezuela y Paraguay, se iniciaron movimientos de criollos que se declararon en rebeldía en contra del gobierno del usurpador francés. Las élites criollas de estas provincias sentían que sus intereses se encontraban amenazados por el nuevo gobierno.
Por su parte, los virreinatos más importantes como eran México y Perú, al principio, se mantuvieron vinculados con la metrópoli española debido a sus intereses en el comercio de la Plata. Sin embargo, en 1810 en la Nueva Granada y México, y en 1811 en Venezuela y Paraguay, se dieron las primeras declaraciones de Independencia de América del Sur.
La guerra por la Independencia de América del Sur
Las batallas por la Independencia de América se siguieron librando en todo el subcontinente americano aún después de la restauración de Fernando VII en 1814.
Los españoles peninsulares y los criollos participaron de ambos bandos por igual, realistas e independentistas. La guerra, por momentos fue muy cruenta, y se puede considerar en la práctica una guerra civil.
Lo que se encontraba en juego eran los intereses políticos y económicos de las clases dominantes auspiciadas por potencias extranjeras como Estados Unidos de América, Francia e Inglaterra.
Los principales líderes militares de esta gesta fueron el argentino José de San Martín y el venezolano Simón Bolívar. El ejército del primero ganó las batallas que independizaron los países del sur como Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. Mientras que el ejército de Bolívar ganó la guerra que le permitió crear la Gran Colombia por medio de la unión de Colombia, Ecuador, Venezuela, Panamá, Bolivia y Perú.
El resto de los territorios españoles en América fueron declarando su independencia de forma paulatina a lo largo del siglo XVIII, algunos de forma negociada y otros por medios insurreccionales.
La Independencia de América de Portugal
En el caso de Portugal los territorios americanos correspondían a lo que actualmente es Brasil. Allí se estableció una colonia bajo el modelo de virreinato utilizado por España.
Sin embargo, en 1808, ante la amenaza napoleónica, toda la corte portuguesa y la monarquía, huyeron de Portugal y establecieron la capital del imperio en Río de Janeiro. En 1815, Juan VI, quien era príncipe regente de Portugal, declaró a Brasil como un reino soberano en unión con Portugal.
En 1821, Juan VI decide regresar a Europa, y deja a su hijo Pedro como príncipe regente. Luego, la corona portuguesa intentó regresar a Brasil al estatus de colonia retirándole los derechos que había adquirido a partir de 1808.
La élite gobernante de Brasil, encabezada por Pedro, se rehusó ante esta pretensión y declaró la independencia de Portugal, nombrando a Pedro I como primer emperador de Brasil.