Índice de este artículo
Cuando la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin, comenzó la Guerra Fría. Esta sería un enfrentamiento duradero y continuo entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, que duró desde 1945 hasta 1989. A continuación, te hablaré acerca de las características y eventos principales durante la Guerra Fría.
¿Por qué se llama Guerra Fría?
Se llamó Guerra Fría porque ni la Unión Soviética ni Estados Unidos se declararon oficialmente la guerra. Sin embargo, ambos bandos lucharon claramente por evitar que el otro extendiera sus sistemas económicos y políticos por todo el mundo.
La visión de Estados Unidos de la Unión Soviética
Muchos líderes estadounidenses creían que la Unión Soviética esperaba extender el comunismo por todo el mundo. En teoría, el comunismo era una ideología expansionista y mucha gente suponía que se extendería a través de la revolución. Sugería que la clase obrera derrocaría a las clases media y alta. Con la Unión Soviética ocupando gran parte de Europa Oriental y Central tras la Segunda Guerra Mundial, muchos estadounidenses creían que había que resistir al comunismo.
La visión de la Unión Soviética de los Estados Unidos de América
Algunos de los líderes de la Unión Soviética estaban convencidos de que Estados Unidos pretendía hacer la guerra contra el pueblo ruso. El uso estadounidense de la bomba atómica contra Japón demostró a los soviéticos que Estados Unidos era una posible amenaza militar para la estabilidad del gobierno soviético.
Los soviéticos también se oponían a una rápida devolución de la soberanía al pueblo alemán tras la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes habían invadido Rusia dos veces en las primeras cuatro décadas del siglo XX y habían matado a millones de rusos. Los soviéticos querían ocupar Alemania para evitar otro ataque. Los estadounidenses querían permitir que los alemanes se gobernaran a sí mismos lo antes posible.
Eventos ocurridos durante la Guerra Fría
Durante la Guerra Fría, Estados Unidos participó en la Guerra de Corea (1950-1953), en la Guerra de Vietnam (1964-1973) y en varios otros conflictos para evitar la expansión del comunismo. Uno de los eventos más escalofriantes fue la llamada Crisis de los Misiles que ocurrió en el marco de la Revolución Cubana.
La Revolución Cubana
Tras librar una exitosa guerra de guerrillas contra el régimen del dictador cubano Fulgencio Batista, Fidel Castro llegó al poder el 1 de enero de 1959. Castro aún no era comunista, y los responsables políticos de Estados Unidos adoptaron inicialmente un enfoque cauteloso de espera ante su régimen.
En el transcurso de 1959 y 1960, las relaciones entre Estados Unidos y Cuba empeoraron debido a la retórica antiestadounidense de Castro y a sus políticas radicales, especialmente su negativa a celebrar elecciones. Cuando quedó claro que Castro pretendía aliarse con la Unión Soviética, el presidente Dwight Eisenhower cortó las relaciones diplomáticas con Cuba y comenzó a preparar planes de contingencia para derrocar a Castro y sustituirlo por alguien más afín a Estados Unidos.
A medida que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se deterioraban, Castro recurrió a la Unión Soviética en busca de apoyo. Los soviéticos firmaron múltiples acuerdos comerciales y de ayuda con Cuba, proporcionaron a Castro armas y armamento, y también dieron apoyo político a la Revolución Cubana en las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.
La crisis de los misiles
En octubre de 1962, el suministro de misiles balísticos por parte de la Unión Soviética a Cuba provocó el enfrentamiento más peligroso de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética y puso al mundo al borde de la guerra nuclear.
A lo largo de dos semanas extremadamente tensas, el presidente estadounidense John F. Kennedy y el primer ministro soviético Nikita Khrushchev negociaron una salida pacífica a la crisis. La crisis evocó el temor a la destrucción nuclear, puso de manifiesto los peligros de las maniobras de riesgo y reforzó los intentos de detener la carrera armamentística.
Orígenes de la crisis de los misiles en Cuba
Los orígenes de la crisis de los misiles en Cuba se encuentran en la fallida invasión de Bahía de Cochinos, durante la cual los exiliados cubanos apoyados por Estados Unidos que esperaban fomentar un levantamiento contra Castro fueron superados por las fuerzas armadas cubanas.
Tras la invasión, Castro se dirigió a los soviéticos en busca de protección contra futuras agresiones estadounidenses. Los soviéticos proporcionaron a Cuba armas nucleares con la condición de que el acuerdo se mantuviera en secreto hasta que los misiles estuvieran plenamente operativos.
Aunque Khruschev se negó inicialmente a reconocer la presencia de los misiles en Cuba y declaró que el bloqueo naval estadounidense era un acto de guerra, ordenó la suspensión de todas las entregas de armas en tránsito.
En el transcurso de aproximadamente dos semanas, Kennedy y Khrushchev negociaron una salida pacífica a la crisis de los misiles. Los soviéticos compararon su suministro de armas nucleares a Cuba con el estacionamiento de misiles Júpiter en Turquía, que estaban al alcance del territorio soviético. Kennedy accedió a retirar los misiles de Turquía, y también se comprometió a que el gobierno estadounidense no emprendería otra invasión de Cuba.
Desenlace de la crisis de los misiles
A lo largo de las negociaciones, Khruschev no consultó con Castro. Para Castro, esto fue humillante y pareció demostrar que los soviéticos daban prioridad a las relaciones con Estados Unidos sobre las relaciones con sus propios aliados. Castro esperaba negociar el cierre de la base naval estadounidense de Guantánamo y el cese de los vuelos de los U-2 sobre territorio cubano. Finalmente, Khruschev accedió a retirar todos los misiles nucleares de Cuba, pero ni siquiera abordó el tema de las demandas de Castro.
El Macarthismo en Norteamérica
El gobierno de Estados Unidos puso en marcha otros programas para evitar la expansión del comunismo. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, muchos estadounidenses comenzaron a preocuparse por la posibilidad de que el comunismo se extendiera a Estados Unidos y amenazara los valores democráticos de la nación.
Tanto el gobierno federal como los gobiernos estatales reaccionaron ante esos temores atacando las supuestas amenazas comunistas. Una de las principales tácticas utilizadas a nivel federal fue la creación de varios comités de investigación. El senador Joseph McCarthy presidió uno de estos comités y esperaba acabar con la influencia comunista en el gobierno federal.
Se sospechó que miles de trabajadores del gobierno federal eran leales a los comunistas, y muchos de ellos perdieron sus empleos. El gobierno federal también investigó las industrias del cine, la televisión y la radio. Muchas personas creían entonces que los comunistas podían estar intentando difundir su mensaje a través de los medios de comunicación estadounidenses.
El final de la Guerra Fría
La Guerra Fría continuó hasta finales de la década de 1980. Los conflictos sobre el comunismo en Cuba y Vietnam del Sur dominaron las décadas de 1960 y 1970. A finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, Estados Unidos comenzó a producir el mayor número posible de cabezas nucleares para disuadir a los soviéticos de lanzar su propio ataque nuclear contra América. Esta estrategia, alentada por el presidente Ronald Reagan, ayudó a Estados Unidos a salir victorioso de la Guerra Fría.
La Unión Soviética intentó ampliar su propio poder militar para hacer frente al desafío de Estados Unidos. Sin embargo, la economía soviética no era tan fuerte como la estadounidense y la campaña de construcción destruyó la capacidad del gobierno ruso para satisfacer las necesidades de su pueblo.
A finales de la década de 1980, la población de Europa del Este y de la Unión Soviética se levantó contra sus gobiernos comunistas. El colofón de este período conocido como la Perestroika y el Glasnot, liderado por el Primer Ministro soviético Mihail Gorvachov , fue la caída del muro de Berlín ocurrida en 1989, con este hecho la Guerra Fría llegó a su fin.