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Federico García Lorca fue un gran poeta y artista español relacionado con Granada por haber nacido muy cerca de la ciudad y haber vivido en ella momentos de esplendor, de felicidad, y sus últimos y angustiantes pasos hacia su asesinato. La ruta lorquiana en Granada descubre cuán llena está la ciudad de la impronta y recuerdos del poeta. Se puede completar un interesante itinerario de turismo en la ciudad y alrededores visitando los lugares que Lorca frecuentaba y visitó.
Granada está llena de historia: los árabes y los castellanos dejaron su huella por siglos y la tristemente célebre guerra civil española también legó macabros vestigios en la ciudad y su gente. Una de las más importantes y recordadas fue la detención de Federico García Lorca, el brillante poeta andaluz que fue asesinado en las cercanías de la ciudad.
La corta vida de García Lorca puede ser recordada y descubierta si se recorren los sitios que el artista (fue músico y pintor además de escritor) frecuentaba. A media hora de distancia del centro de la ciudad está Fuerte Vaqueros, donde se conserva la casa de nacimiento del poeta.
La ruta lorquiana en Granada: comenzar en Fuerte Vaqueros
El recorrido puede comenzar en Fuerte Vaqueros, una población ubicada a media hora del centro histórico de Granada donde se encuentra la casa natal del poeta, conservada como un museo. Por una módica entrada se puede acceder a las áreas privadas de la familia, así como a diversas actividades relacionadas con el estudio de la obra de Federico García Lorca.
Regresando a la ciudad, un buen punto de partida es la plaza del Campillo, donde se encontraba el café Alameda, sitio de reunión de la tertulia El Rinconcillo, un variadísimo y poderoso grupo cultural al que perteneció García Lorca. Aunque ya no está el café, se encuentra el Restaurante Chikito que recuerda la presencia de García Lorca con un espacio en su memoria.
Desde allí se puede caminar por cerca de 15 minutos hasta la Huerta de San Vicente. La ruta lorquiana en Granada se detiene en esta propiedad que era la casa de la familia García Lorca ubicada, en ese entonces, a las afueras de la ciudad. Allí llegó varias veces el autor, escribió algunas de sus obras más reconocidas y salió a esconderse cuando lo buscaba la policía al inicio de la guerra civil española.
El refugio en la casa de un amigo
Aunque es muy corta la distancia, desde la casa de la Huerta de San Vicente, García Lorca salió en un taxi hasta la casa de Luis Rosales. Una caminata de 15 minutos te lleva a este sitio donde hoy se levanta un hotel y no queda prácticamente nada de la construcción original. La ruta lorquiana en Granada incluye este recorrido hacia la calle Angulo número 1. Allí se escondió el poeta hasta que, descubierto donde estaba, la policía fue a detenerlo.
Otra parada de la ruta lorquiana en Granada es la casa museo Manuel de Falla, la residencia andaluza de este importante músico español. García Lorca visitó la casa en muchas oportunidades, a raíz de su amistad con el músico entablada desde los tiempos en que el poeta estudiaba en Madrid. Desde la casa de Luis Rosales es un recorrido de 25 minutos caminando por callejuelas granadinas cargadas de anécdotas y sabor andaluz.
Otros 20 minutos a pie te conducirán a la plaza de la Universidad, sede de la Facultad de Derecho, el edificio donde funcionaban las oficinas del Gobierno apenas iniciada la guerra civil española. A ese edificio fue conducido García Lorca y permaneció detenido hasta que fue llevado a las afueras de Granada y fusilado.
La memoria luctuosa de Federico García Lorca
A media hora de la ciudad, pero hacia el este, están los pueblos de Víznar y Alfacar. Una buena opción para seguir la ruta lorquiana en Granada es visitarlos porque justo en el camino que los une, en un descampado, fuerzas del franquismo lo asesinaron el 18 de agosto de 1936. Le bastaron sus simpatías políticas comunistas para ser considerado enemigo de la facción que gobernaba esa zona de España y que iba ganando terreno, poco a poco, a los republicanos.
Lorca murió pero dejó su herencia literaria y pictórica en sus obras, un legado que los españoles de hoy defienden y protegen por su belleza, profundidad y sentido de la nacionalidad. Seguir la ruta lorquiana en Granada permitirá conocer la vida y obra de un insigne literato español.